Visita a Cerler

Estos días muchos españoles hemos aprovechado para disfrutar unos días de vacaciones, y los amantes de los deportes de nieve hemos buscado ansiosos las pistas. Hemos podido dejar aparcados nuestros problemas y preocupaciones por muy graves que fueren.

He estado en Cerler y he aprovechado los ascensos en los remontes para ver las diferencias entre el snowboard y el esquí. Llama la atención la posición del snowboarder sobre su tabla, con un pie adelantado, siendo el izquierdo el dominante. Los giros han de ser de amplio radio dada la anchura de la tabla, por lo que resulta incómodo ir tras ellos por los frecuentes e inesperados cambios de dirección, aunque tenerlos detrás produce temor por el ruido que producen. En estos pensamientos estaba cuando me llamó la atención un snowboarder vestido de azul, cuyas evoluciones no demostraban gran pericia, en concreto al finalizar cada giro su tabla derrapaba sobre la pendiente de manera ostensible, lo que demostraba una total falta de conducción, falta de control sobre la tabla, es decir, sin ser novato, su técnica dejaba bastante que desear.

Quizá convendría que pidiera consejo en la tienda Barrabés, en el mismo valle de Benasque, donde le aconsejarán un buen material y sobre todo un buen profesor.