El escabroso juez

No encuentro palabras para discernir las estrategias, tácticas que usan a veces los jueces y magistrados en determinadas ocasiones. El supremo pidió que se registraran las llamadas recibidas y realizadas desde los terminales. Bien es verdad que, todo lo relacionado con los móviles es muy difícil de borrar, siempre hay un recodo que estas llamadas se quedan escondidas. Cosa que, a mí, me deja a oscuras, pero un sabio y amigo me dice que es dificilísimo por no decir imposible de borrar. En todo gremio hay un sucio, mejor dicho, un socio para boicotear las telarañas.

Aunque también es verdad que, doctores tiene la iglesia, donde otros me dicen, que hay maniobras técnicas muy poco conocidas y difíciles y estar muy ducho en este embrollado asunto de los móviles. Y, como la maldad y la bajeza es tan grande y tratándose por lo que estamos viendo, tanto en sus entradas como en sus salidas del juzgado con sus risitas indecentes y a veces obscenas, donde a mí, me parece que sale de un lugar donde le han contado unos chistes.

El tormento del juez García Ortiz y la agonía perenne que se le ve, cada día que pasa, le vemos, más risueño, aunque lleva unos días que su cara le descubre mucho más con este y confundido quebranto del dichoso móvil por ahora.

Todo este mañoso disfraz, es de todos los partidos y como tenemos a los sin techo, a los lumpenproletariados, a los pobres de solemnidad y a los que cobran sin haber dado un palo en el trabajo, entre todos hemos fabricado una nación de cobardes. Hasta cuando seguirá estas idas y venidas no lo sé. Solo sé que no sé nada.