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tribunaLuis Peral

El latido de la libertad

En el aborto, como en todos los ámbitos de la vida, la información y la transparencia son la mejor garantía de una elección en libertad

Actualizada 09:12

Ante la polémica que se ha suscitado con el protocolo sobre información a la mujer embarazada propuesto por Vox en Castilla y León, me parece oportuno hacer una serie de consideraciones:

1. Oír el latido del corazón del ser humano que está en el seno materno es una experiencia irrepetible para los que la hemos vivido. Nunca olvidaré el galopar de aquel «caballito» que fue el primer mensaje que recibí de cada uno de mis hijos.

2. La mujer embarazada, y más si está planteándose seguir o no con su gestación, tiene derecho a recibir la información más completa sobre el ser humano, distinto de ella, que habita en su seno. No debería haber inconveniente alguno a que se le ofrezca escuchar el latido fetal de su hijo o hija.

3. Las comunidades autónomas no tienen más remedio que cumplir la lamentable legislación vigente sobre el aborto, pero nada les impide, dentro de sus competencias en Sanidad, establecer los protocolos de atención a las embarazadas que consideren oportunos. Y también pueden afirmar (¡faltaría más!) que la reducción del número de abortos es un objetivo deseable, para el que pueden promover medidas y ayudas públicas.

4. De hecho, el Partido Popular, mi partido, en su Congreso Nacional de Febrero del 2017 (con Mariano Rajoy de presidente y con Soraya Saénz de Santamaría de portavoz en el Congreso), aprobó sobre el aborto el siguiente texto en el punto 54 de la Ponencia Social: «El Partido Popular está firmemente comprometido en la defensa y protección del derecho a la vida. Por eso consideramos que el aborto no debe entenderse como un derecho, sino como un fracaso de la sociedad. Por ello, continuaremos desarrollando planes de apoyo a la maternidad para ayudar a aquellas mujeres que quieran ser madres. Estas medidas de ayuda se extienden a todos los ámbitos relacionados con la prevención, ayudas durante el embarazo, ayudas postparto, atención psicológica, seguimiento durante la maternidad, políticas que faciliten su acceso y reincorporación al mercado laboral, medidas de conciliación familiar, una mejor y mayor educación sexual y afectiva y ayudas económicas. Además, queremos garantizar que todas las mujeres embarazadas en situación de dificultad conozcan de manera efectiva todas estas medidas para poder llevar a cabo su embarazo con seguridad, dignidad y apoyo social; así como la más completa información sobre los riesgos del aborto. Por otro lado, impulsaremos que la Inspección de Trabajo vele para que ninguna mujer sea objeto de perjuicio o discriminación laboral por motivo de su embarazo o maternidad en el empleo vigente o en otro al que quiera optar». Este texto, aprobado en el último Congreso en el que se definió la ideología del PP, es plenamente vinculante para mi partido en el momento actual.

5. En Castilla y León, Vox ha actuado con una torpeza inconcebible. Si el protocolo sobre las embarazadas era importante, que para mí lo es, debería haberlo exigido en el acuerdo de Gobierno del año pasado. Si lo consideran importante ahora, en un Gobierno de coalición se hacen las cosas de otra manera, se negocia con el partido mayoritario y no se lanza uno al ruedo sin avisar al socio de Gobierno.

6. La modificación de la ley del aborto promovida por el Gobierno de Pedro Sánchez, y por los radicales que le tienen intervenido, elimina el periodo de reflexión de tres días y el sobre informativo sobre ayudas a la mujer embarazada (que sólo se dará a petición de la mujer). Parece que los defensores de esta ley no quieren dar a esa mujer que va adoptar una gravísima decisión, de consecuencias irreversibles, una última oportunidad de cambiar de opinión. Se trata de un muy lucrativo negocio para los centros privados que representan el 84,3 por ciento de los abortos y en el que no existe un seguimiento posterior de las posibles secuelas psíquicas del aborto por parte de las clínicas privadas que lo practican.

Y parece que oír el latido de un ser humano indefenso es algo rechazable, al poder influir en la decisión de su madre. No se debe luchar con oscurantismo contra los avances de la ciencia y contra la ecología humana.

7. Los recientes datos sobre el aborto del Ministerio de Sanidad ponen de manifiesto que algunas personas están utilizando el aborto como un anticonceptivo más, lo que, en mi opinión, constituye un verdadero fraude de ley. En el año 2021, 3.935 mujeres abortaron por cuarta, quinta, sexta o más veces. ¿Debe el contribuyente financiar esos abortos repetitivos? No me parece defendible.

En el aborto, como en todos los ámbitos de la vida, la información y la transparencia son la mejor garantía de una elección en libertad.

  • Luis Peral Guerra es economista y abogado
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