El Papa alerta contra tres espacios de idolatría que utiliza «el Maligno»

El Papa Francisco se ha centrado hoy en los «espacios de idolatría escondida en los que el Maligno utiliza sus ídolos» para confundir a los pastores. Lo ha hecho en la Misa Crismal del Jueves Santo, celebrada en la basílica de San Pedro junto a 1.800 sacerdotes y más de 2.500 fieles. Se trata de la jornada dedicada a los sacerdotes, dado que se celebra la institución de la Eucaristía, y por ello ha querido dirigirles especialmente la homilía.

El obispo de Roma ha criticado la «mundanidad espiritual» que lleva a estar centrado en una cultura de la apariencia, de lo efímero. «Su criterio es un triunfalismo sin Cruz» y esas tentación de gloria va contra la persona de Jesús, que se humilla en la Encarnación. Una mundanidad que se aleja del modelo planteado por Cristo, que prefirió convivir con los pobres y en un ambiente de humildad.

Jesús humilde y humillado

A juicio del Pontífice, «la mundanidad de andar buscando la propia gloria nos roba la presencia de Jesús humilde y humillado», por lo que es evidente que «un sacerdote mundano no es otra cosa que un pagano clericalizado».

El segundo espacio de idolatría que aprecia el Papa está en «el pragmatismo de los números», en el atender más a los resultados de la acción, que al camino que se recorre y a las personas particulares. Es la tentación de pensar que son los pastores quienes tienen la responsabilidad de la misión, cuando siempre está en manos de Dios. Aquí también apunta al peligro de dar preeminencia a las mayorías, como si fueran el criterio para el discernimiento. Por ello el Papa Francisco considera que «en esta fascinación por los números, en realidad, nos buscamos a nosotros mismos y nos complacemos en el control que nos da esta lógica, que no e tiene rostros y que no es la del amor».

Por último, el Santo Padre asegura que hay un tercer ámbito de idolatría en la misión, que consiste en «el funcionalismo», donde más que con la ruta algunos se entusiasman con la hoja de ruta. Se trata de una visión que mira a la eficacia y no al misterio. «En el funcionalismo dejamos de lado la adoración al Padre en las pequeñas y grandes cosas de nuestra vida y nos complacemos en la eficacia de nuestros planes», concluye el Papa.

Lavado de pies a reclusos

Como culminación de la jornada del Jueves Santo, el Papa Francisco visitará esta tarde la cárcel de Borgata Aurelia, en Civitavecchia, a pocos kilómetros de Roma. Allí tiene previsto lavar los pies a un grupo de reclusos y, probablemente, funcionarios de prisiones. Se trata de un centro penitenciario que acoge a unas 500 personas y que ya visitó san Juan Pablo II en marzo de 1987.

El responsable de los capellanes de prisión de Italia, Rafaelle Grimaldi, ha querido agradecer este gesto al Papa. Asegura que «lavar los pies de aquellos que han generado episodios de violencia, hiriendo a los inocentes, es un gesto de humildad incomprensible y escandaloso que Jesús, como Buen Pastor, nos ha dejado a la humanidad».

El Viernes Santo, además de celebrar los Oficios en la Basílica de San Pedro, el Pontífice tiene previsto participar en el Vía Crucis en el Coliseo, una tradición que se ha interrumpido en los últimos dos años. En esta ocasión participarán diversas familias y personas que se encargan de pastoral familiar. Entre ellos, en una de las estaciones, participarán una familia rusa, que se ha manifestado contra la guerra, y otra ucraniana. Se trata de dos enfermeras que trabajan juntas en un hospital de Roma.