Fundado en 1910
Belén de la Cruz, Carmelita

Belén de la Cruz, carmelita

Era una excelente deportista

Campeona de golf, gaditana y universitaria: así era la carmelita de 33 años que pronto podría ser santa

Sor Belén de la Cruz falleció en 2018 en su convento de San Calixto, en Hornachuelos, a causa de un cáncer

Los obispos de sur de España han dado su plácet al obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, para abrir el proceso diocesano sobre la vida, virtudes y fama de santidad de la hermana Belén de la Cruz, carmelita descalza del convento cordobés de Nuestra Señora de la Sierra de San Calixto, en Hornachuelos, que falleció el 5 de abril de 2018 a los 33 años de edad. Los prelados, que hoy han terminado su CLVI Asamblea Ordinaria en Córdoba, consideran que hay hechos probados que justificarían la apertura de la causa de beatificación de la religiosa.

Los obispos del sur de España que han autorizado la apertura de la fase diocesana de sor Belén de la Cruz

Los obispos del sur de España que han autorizado la apertura de la fase diocesana de sor Belén de la Cruz

Belén Pery Osborne nació en San Fernando (Cádiz) en 1984 e ingresó en el carmelo con 21 años, en 2005. Antes de eso, demostró ser una excelente deportista –«una sesión en el telar del convento es como jugar dos partidos de pádel», bromeaba con su familia– y llegó a ser campeona de golf de Andalucía.

Posteriormente se mudó a Madrid para comenzar sus estudios universitarios. En el colegio mayor Mater Salvatoris, la madre Clara la acompañó en el camino de discernimiento de su vocación religiosa, que se materializó tres años después. Belén conocía bien el carmelo de San Calixto porque sus abuelos poseían una finca a escasos kilómetros y visitaban con frecuencia a las religiosas.

Una profunda espiritualidad

En una ocasión dio un consejo a su padre: «Papá, cuando pases por una iglesia cualquiera, entra, siéntate quince minutos de reloj, en silencio, sin pensar en nada en concreto. Ya verás cómo algo te dice Dios».

Tras pronunciar la profesión solemne en septiembre de 2015 fue nombrada maestra de novicias, y unos días después fue elegida subpriora por las demás religiosas, a pesar de su juventud.

Apenas un año y medio después le diagnosticaron un cáncer de ovario. En una de las sesiones de quimioterapia, la médico se interesó por su nombre y le preguntó: «¿Por qué de la Cruz'?». «Porque la Cruz es una bendición», contestó. «¿Qué hace un sacerdote cuando da la bendición? La señal de la cruz. ¿Qué hacemos cuando nos santiguamos? La señal de la cruz. En la Cruz está todo. En ella está la salvación y la paz», razonó.

Monseñor Demetrio Fernández, que visitó el convento pocas horas antes de su fallecimiento «para consolar a las hermanas», ha revelado que una de las monjas le reconoció que «no sabía que la hermana Belén estaba tan mal», a causa de la entereza con la que la religiosa vivió la enfermedad. «La cruz es una bendición, y cuando Dios la envía, también da la fuerza necesaria para sobrellevarla», dejó escrito.

comentarios
tracking