En una serie de podcast
«Juego de espejos»: la iniciativa de los jesuitas para dar a conocer a sus santos
La Compañía de Jesús ha dado muchos y buenos santos a la Iglesia. Sus sucesores quieren ahora darlos a conocer con «un estilo informal, pero con devoción»
Jesuitas santos hay decenas: empezando por su fundador. el vasco san Ignacio de Loyola, y continuando por otros tan conocidos como san Francisco Javier, san Luis Gonzaga, san Estanislao de Kostka o san Pablo Miki. Todos ellos fueron valientes evangelizadores, muchas veces rompedores en sus propuestas, y algunos de ellos alcanzaron la palma del martirio.
Ahora, un grupo de jesuitas quiere darlos a conocer, y por eso han lanzado una serie de podcast que aborda sus vidas. «Desde Promoción Vocacional hemos decidido dar a conocer a nuestros santos mediante esta serie de podcast, –disponibles en Ivoox y Spotify–, titulada 'Juego de Espejos'», ha explicado la Compañía de Jesús en un comunicado.
«Estilo informal, pero con devoción»
El nombre de la serie –que juega con el título de la conocidísima producción de televisión «Juego de tronos»– «nos da una pista de lo que pretendemos: que las semblanzas de catorce de nuestros compañeros –presentadas en menos de 10 minutos– iluminen nuestro quehacer cristiano. Mártires, misioneros, reformadores, unos de vida escondida, otros protagonistas de grandes gestas, algunos jóvenes y otros mayores; todos nos revelan la alegría de la plenitud a la que Dios nos ha llamado», explican los promotores de la iniciativa: Sinclair (del Grupo de Comunicación Loyola), que hace de conductor de las tertulias, y los jesuitas Charlie Gómez-Vírseda SJ, Fran Delgado SJ y Lucas Alcañiz SJ.
Los programas abordan «con un estilo informal, pero con devoción», las vidas de santos jesuitas como san José de Pignatelli, san Alonso Rodríguez, san Francisco de Borja, san Pedro Claver, san Pedro Fabro, san León Ignacio Mangin, san Andrés Bobola o san Pedro Canisio.
«Esperamos que el ejemplo de estos compañeros santos sea para nosotros un estímulo a seguir el mismo camino con generosidad y grandeza de corazón, a experimentar la dicha de quien se fía de Dios y se entrega a su voluntad por entero, porque la única verdadera causa de tristeza e infelicidad es vivir lejos de él», concluyen los promotores de la iniciativa.