Toros, cortes, quiebros y saltos para salvar la iglesia medieval de un pueblo de Zamora

La España abandonada se apunta a la prometedora moda del micro mecenazgo para salvar una iglesia del siglo XII. Villalpando no es de los pueblos más pequeños de Zamora –cuenta con algo más de 1.400 habitantes–, pero el zarpazo de la despoblación, el envejecimiento y el éxodo rural también les ha alcanzado. Tal vez por eso acumulan tres monumentos ruinosos en la Lista Roja de Hispania Nostra. Uno de ellos es la iglesia de San Pedro, de fábrica románico-mudéjar. El diagnóstico de la asociación que vela por la defensa del patrimonio en toda España es elocuente: «El templo sufre importantes daños, como grietas y humedades, que se han agravado durante los últimos años como consecuencia de la falta de intervenciones de mantenimiento. La torre es una de las partes más afectadas y presenta dos grietas de grandes dimensiones».

Los vecinos se han puesto manos a la obra para impedir que su iglesia se venga abajo. Han tirado de ingenio y han organizado una exhibición benéfica de cortes, quiebros y saltos que tendrá lugar en la Feria de la Madera del próximo sábado en el municipio zamorano. «Está promovida por la fundación ZamorArte y el Ayuntamiento de Villalpando, que se enmarca dentro del conjunto de acciones que tienen como objetivo salvar la iglesia de San Pedro», explican desde el obispado de Zamora, propietario del inmueble.

A partir de las 18:30 horas, en la plaza de toros de Villalpando, cientos de personas se congregarán para contemplar a los 15 cortadores «que se enfrentarán a tres imponentes vacas, a los que les seguirá un Desafío de Jóvenes Promesas y Viejas Glorias», explican en una nota difundida a los medios. «Participarán cortadores locales, así como otros especialistas llegados de la propia provincia de Zamora y de Valladolid y León», agrega, a la vez que subraya que «este evento marca un hito en la defensa y conservación del patrimonio cultural, pues por primera vez en la historia de esta provincia, un festejo taurino contribuirá a rescatar el patrimonio en peligro». «De esta forma, se unen el patrimonio inmaterial, representado por la tauromaquia, con el patrimonio material, que se concreta en la iglesia de San Pedro», observa.

Los cortadores, que participarán de manera desinteresada, «optarán a varios trofeos por la actuación de mejor corte, mejor quiebro y mejor cortador de toda la exhibición que se llevará el Trofeo San Pedro».