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El padre Gollery, el tercero por la izquierda

El padre Gollery, el tercero por la izquierda, durante la misa del pasado lunesCatholic Review Media

«El deseo de servir a Cristo estaba en mi corazón»

Un hombre regresa al sacerdocio 50 años después de abandonarlo

Francis Gollery dejó su vocación en 1974, se casó, enviudó y acaba de ser readmitido al clero en Estados Unidos

Tras el concilio Vaticano II, un seísmo sacudió a la Iglesia católica. Decenas de miles de sacerdotes, seminaristas, religiosos y monjas en todo el mundo colgaron los hábitos y abandonaron su vocación. Al principio fue un goteo; más adelante, el goteo se convirtió en un torrente. Seminarios y conventos se quedaron vacíos en pocos años. Se dice que el Papa Pablo VI, mientras firmaba las numerosas cartas de dispensas de votos y de secularizaciones de sacerdotes, musitaba: «Oraban poco».

Sea como fuere, Francis Gollery fue uno de los muchos sacerdotes que dejó el ministerio en Estados Unidos. Corría el año 1974, llevaba ocho de sacerdocio y pidió la dispensa, que le fue concedida en noviembre de ese mismo año. Exactamente medio siglo después, el pasado lunes, Gollery volvió a emitir las promesas de celibato y obediencia como sacerdote ante el arzobispo de Baltimore, monseñor William E. Lori, en una emotiva celebración eucarística. El padre Gollery tiene ahora 86 años, y el propio Papa Francisco ha firmado el rescripto que permite que un sacerdote previamente reducido al estado laical sea restaurado al ministerio sacerdotal.

Monseñor Adam J. Parker reviste como sacerdote al padre Francis Gollery en la misa del pasado lunes

El obispo auxiliar monseñor Adam J. Parker reviste como sacerdote al padre Francis Gollery en la misa del pasado lunesCatholic Review Media

Al final de la misa se dio un momento especialmente emocionante. El sacerdote Richard W. Woy salió al ambón a hablar. «En junio de 1963, el padre Gollery era vicario en la iglesia de St. Peter en Westernport. Me enseñó a ser monaguillo», comenzó. Gracias a «su vida humilde, amable y sacerdotal», Woy decidió ingresar en el seminario. Tras su ordenación, años después, Gollery le regaló a su antiguo monaguillo un cáliz dorado. «Con gran, gran alegría, hoy le devuelvo su cáliz», dijo emocionado Woy, mientras abrazaba al padre Gollery.

Estuvo casado 45 años

Tras obtener la dispensa en noviembre de 1974, Gollery se casó con Marcella Ziolkowski en julio del siguiente año. El matrimonio colaboró activamente en su parroquia y Gollery se dedicó profesionalmente a la asesoría. «Después de 45 años de una vida matrimonial muy feliz, sin el don de tener hijos vivos, mi esposa murió de cáncer en 2021», escribió el padre Gollery hace unos meses. «Y aquí comienza la historia del regreso», apostilló.

El obispo auxiliar de Baltimore, monseñor Adam J. Parker, fue el primero en sugerirle que regresara al sacerdocio. «La idea me intrigó», afirmó el padre Gollery, quien se reunió con el arzobispo Lori. El prelado se mostró abierto a la idea y solicitó al Vaticano que comenzara el proceso. «Sin duda, el deseo de servir a Cristo estaba presente en mi corazón y había estado allí durante mucho tiempo, tal vez incluso más hoy, cuando su amor y su poder se me han revelado más profundamente en su Espíritu Santo», agregó el padre Gollery.

Sin embargo, en un primer momento, la solicitud para regresar al sacerdocio le fue denegada por el Vaticano, en octubre de 2023. «A partir de esa respuesta, pensé que era el final», escribió el padre Gollery. «Pero, en diciembre, monseñor Lori me dijo que el Vaticano se había puesto en contacto con él para revisar su solicitud», añade. El visto bueno definitivo le llegó en octubre de este año, y apenas unas semanas después ha sido readmitido entre el clero de Baltimore como sacerdote jubilado, y podrá ayudar en la diócesis como tal.

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