Monseñor Argüello: «Ya no se puede decir que, por haber nacido en España, se es católico»
El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid reconoce que, «durante siglos, esta transmisión fue natural en las familias», pero ahora «esa conexión se ha quebrado»
«Ya no se puede decir que por haber nacido en España sin más se es católico, no se puede dar la conversión por supuesta, ni la transmisión de la fe, ni la iniciación cristiana». Quien así habla tiene mucho que decir al respecto, porque es el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid. Monseñor Luis Argüello acaba de visitar Cáceres, donde ha impartido una conferencia abierta sobre los «Retos actuales de la Iglesia española».
«Aunque atravesamos un ‘viento contrario’», ha apostillado monseñor Argüello, «hay signos reales de esperanza: jóvenes inquietos que buscan en el Evangelio, movimientos eclesiales que revitalizan la fe, convocatorias de oración, y un deseo renovado de experimentar el perdón y la misericordia de Dios. Estas realidades, aunque minoritarias, están abriéndose paso», asegura el prelado. Para comprender y adaptarse a estos cambios, «primero, debemos reconocer esta gran transformación». «El cambio de época desborda los pequeños tiempos, incluso los que abarcan la vida de cada uno. Por eso es esencial situarnos en este contexto más amplio y hacerlo con humildad, conscientes de que estamos llamados a colaborar en un proceso que trasciende nuestra propia existencia», observa el presidente de los obispos españoles.
Los cristianos deben «poner énfasis en cuestiones clave», entre las que ha destacado «el anuncio y la transmisión de la fe, la iniciación cristiana, y la promoción de espacios reales, de comunidades concretas, visibles». «También es crucial fomentar la colaboración entre los distintos ministerios y vocaciones en la Iglesia, así como entre las Iglesias particulares o diócesis. Hoy en día, los asuntos llegan a través de las redes, y lo que ocurre lejos se hace inmediato y presente. Por eso estamos llamados a vivir también una comunión entre las Iglesias», ha apostillado.
A juicio de monseñor Argüello, «la Iglesia debe ser fiel a su misión originaria de anunciar el Evangelio y hacerlo desde el testimonio del amor que este conlleva. Esta fidelidad debe vivirse en la novedad de cada momento. En España enfrentamos desafíos enormes como la crisis demográfica y una sociedad secularizada, pero seguimos llamados a anunciar el Evangelio con esperanza», ha subrayado.
Una conexión quebrada
«La baja natalidad influye en la comprensión de la vida y de la transmisión de la fe. Durante siglos, esta transmisión fue natural en las familias y en un contexto rural y mayoritariamente católico, con una relación muy singular entre sociedad, Estado, Reino, Corona e Iglesia», señala el arzobispo de Valladolid. «Ahora, esa conexión se ha quebrado, y la Iglesia debe proponer de nuevo la fe desde una relación renovada con la sociedad, apelando al matrimonio, la familia y la vocación como pilares fundamentales», concluye.