Argüello instruye a la ministra de Igualdad sobre las normas de la Iglesia para recibir la comunión

Fue la ministra de Igualdad, Ana Redondo, la que solicitó una entrevista con el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello, para protestar por el hecho de que «la Iglesia esté negando la comunión a personas homosexuales que han contraído matrimonio» al tratarse, a su juicio, de un «acto discriminatorio», según ha difundido el ministerio de Igualdad en un comunicado.

El encuentro se ha celebrado este mediodía en la sede madrileña de la CEE, al termino del cual, el presidente de los obispos españoles ha remitido un vídeo de un par de minutos explicando los pormenores de la entrevista. «Hemos explicado bien (a la ministra) que la Iglesia propone a todos sus fieles que se acerquen a la comunión eucarística como un alimento y medicina saludable», ha desvelado monseñor Argüello, quien ha advertido que «tienen que hacerlo con el vestido adecuado; tienen que hacerlo en lo que nosotros denominamos 'gracia de Dios'».

La polémica la generó el Gobierno después de que, hace unos días, el párroco de Torrecaballeros (Segovia), le negara la comunión a su alcalde conforme a lo que estipula la Iglesia, ya que el regidor convive en situación irregular con otro hombre. Cuando no se dan los criterios para recibir la comunión, «y aparece incluso de manera pública y que pueda suscitar un cierto escándalo para la comunidad cristiana, la Iglesia tiene el derecho y el deber de recordar cuáles son las condiciones para recibir la comunión eucarística», señala monseñor Argüello.

Otro tema espinoso que había llevado a la ministra de Igualdad a la sede de los obispos españoles es el que tiene que ver con las llamadas «terapias de conversión» para personas con inclinaciones homosexuales. Redondo acudía a la cita con una amenaza bajo el brazo: el ministerio de Igualdad trabaja en un informe para valorar modificar el Código Penal y convertirlas en delito. Monseñor Argüello comenzó aclarando que «terapias de conversión» se trata de «un término que nos parece impreciso, quizás excesivamente amplio y no científico, por lo cual la Iglesia no tiene ningún apoyo que hacer a estas terapias».

No todo es terapia afirmativa

Sin embargo, el presidente de la CEE le ha recordado a Redondo que «la Iglesia tiene una encomienda, que es anunciar el Evangelio y proponer la conversión a Jesucristo». «Desde ahí quizás surjan algunas de las dificultades o imprecisiones para comprender actividades que realizan católicos en diversos lugares de España. Es ofrecer la conversión y la forma de vida del Evangelio», recalcó el presidente de los obispos. «Al mismo tiempo, hemos querido dejar bien sentado que las terapias dominantes, incluso en la legislación actual, que son las terapias afirmativas, terminan considerando terapia de conversión a todo lo que no sea terapia afirmativa, y hemos solicitado que este criterio pudiera cambiarse», ha subrayado monseñor Argüello.