La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y monseñor Efraín Hernández, durante el canje de armas
Armas por dinero: El sorprendente canje que se efectúa en la basílica de Guadalupe de México
En el país azteca se producen 2.000 asesinatos mensuales, y la Iglesia ayuda a combatir esa inmensa lacra social
Accedes con una pistola –descargada– a la explanada de la basílica de Guadalupe de Ciudad de México y la abandonas con unos billetes de más en el bolsillo. Y no, no porque se haya atracado a un desprevenido visitante, sino porque se ha canjeado el revólver en unas inmensas carpas instaladas en el atrio del templo. En ellas, miembros del Ejército recogen armas, municiones y explosivos y, a cambio, se recibe dinero en efectivo, juguetes y otros enseres.
Puede resultar una medida sorprendente, pero quizás no lo es tanto si se tiene en cuenta que México registra más de 2.000 homicidios mensuales. Por eso, una de las medidas del Gobierno de Claudia Sheinbaum es la campaña «Sí al Desarme, Sí a la Paz», que comenzó el pasado 10 de enero en el atrio de la basílica de Guadalupe con presencia de la presidenta de la república, su gabinete de seguridad al completo y monseñor Efraín Hernández, rector de la basílica nacional de Santa María de Guadalupe.
Un operario muestra una pistola inutilizada tras ser canjeada
El Ejecutivo de Sheinbaum ha solicitado una vez más la colaboración de la Iglesia católica en la campaña, a la que se suman decenas de templos por todo el país, donde también se puede realizar el canje. «Nuestro país necesita vivir en paz», ha demandado monseñor Hernández en declaraciones a Zenit. «Que los atrios de las iglesias inspiren confianza a las personas para traer sus armas de fuego e intercambiarlas nos llena de satisfacción y esperanza. Como Iglesia, apoyaremos siempre las iniciativas en pro de los derechos humanos, donde se promueva el respeto a la vida, la dignidad, la justicia, la paz duradera y los valores de las personas», ha añadido.
Una vez que las armas son depositadas en las carpas, varios operarios las destruyen con radiales y otras herramientas. La valoración económica varía en función del tipo de objeto que se entregue, pero puede alcanzar los 26.000 pesos mejicanos, alrededor de 1.200 euros. En ningún caso se pregunta por el origen del arma de fuego y se garantiza en anonimato de los que las entregan. Según datos oficiales, cada año entran ilegalmente alrededor de 200.000 armas a México desde Estados Unidos.
