Los cinco jóvenes, revestidos de blanco para recibir las aguas bautismales
Nueva Evangelización
Cinco universitarios chinos, de intercambio en Italia, reciben el bautismo
Descubrieron la fe gracias a una comunidad monástica que trabaja con personas discapacitadas
Ha bastado que salieran de su país –donde los cristianos sufren enormes restricciones para vivir su fe– y entrar en contacto con la comunidad monástica de la Pequeña Familia de la Asunción de Montetauro para que cinco jóvenes universitarios chinos que estudian en Italia hayan descubierto la fe católica y solicitado el bautismo, según recoge Asia News.
El pasado día 6, solemnidad de la Epifanía, los jóvenes recibieron los sacramentos de la iniciación cristiana –bautismo, comunión y confirmación– en la catedral de Bolonia, durante la Misa de los Pueblos presidida por el arzobispo, cardenal Matteo Zuppi. La celebración, en ocho idiomas, contó con la participación no sólo de los católicos de Bolonia, sino también de una docena de comunidades católicas internacionales presentes en la ciudad italiana.
Significativamente, en la fiesta que mira a Oriente, de donde vinieron los tres Reyes Magos para honrar a Jesús, fueron precisamente estos jóvenes universitarios chinos los que recibieron los sacramentos. Gregorio, María, Chiara, Teresa y Lucia –los nombres elegidos por ellos para incorporarse a la Iglesia– se han preparado en los últimos dos años en contacto con la Pequeña Familia de la Asunción de Montetauro (Rímini), la comunidad monástica extendida por la región de Romaña con casas familiares que acogen a personas discapacitadas y que han activado un virtuoso contacto con las comunidades chinas de la zona. Estuvo presente en la celebración un nutrido grupo de monjes y monjas de Montetauro, acompañados por su fundador, el padre Lanfranco Bellavista, y por el presbítero chino Savio Yan, que vive en su comunidad desde hace muchos años y acompaña específicamente a los jóvenes catecúmenos con la catequesis.
El cardenal Zuppi subrayó en su homilía que el pueblo presente en la catedral es la Iglesia como debe ser, es decir, «una comunidad de creyentes llamados de diferentes naciones». Posteriormente, intervinieron algunos jóvenes chinos, que dieron testimonio de su fe.
