Ortega carga de nuevo contra el clero de Nicaragua: «Son fariseos y sepulcros blanqueados»
Daniel Ortega ha vuelto a cargar contra la Iglesia católica en un acto de graduación de cadetes de la Policía Nacional de Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha revelado que «nunca le ha tenido respeto a los obispos nicaragüenses, incluido José Antonio Lezcano y Ortega», quien fue el primer arzobispo de Managua de 1913 hasta 1952, y quien ha recordado, era su tío abuelo.
En un acto de graduación de cadetes de la Policía Nacional, cuya transcripción ha sido divulgada recientemente por el Ejecutivo, Ortega asegura que su tío abuelo bendijo las armas del Ejército de Estados Unidos que mantuvo ocupada Nicaragua de 1912 a 1933.
Esa acción del arzobispo Lezcano y Ortega es la «mayor vergüenza» de un cristiano, señaló el mandatario, quien explicó que se «avergonzaba porque él venía siendo tío de mi padre (Daniel Ortega Cerda) y por lo tanto tío abuelo nuestro».
Ortega cargó contra los obispos y sacerdotes nicaragüenses a los que tildó de «fariseos», «sepulcros blanqueados», «somocistas», es decir, presuntos afectos a la familia Somoza, que dirigió con mano dura Nicaragua entre 1937 y 1979.
También acusó a los religiosos de apoyar a los que se manifestaron contra su Gobierno en abril de 2018, unas protestas que cataloga como un intento de golpe de Estado.
Ortega confesó que desde niño, aunque tuvo fe, admiración y respeto por Jesucristo, «no podía confiar en los sacerdotes», ni en los obispos, que «eran incapaces de condenar los crímenes que se cometían» durante el somocismo, «mucho menos que hubiesen tenido el valor de condenar el asesinato del general de hombres libres, Augusto C. Sandino (1934), más bien lo aplaudieron».
Yo nunca les tuve respeto a los obispos, no podía creer en los obispos
Criticó que en los funerales de Somoza García, «ejecutado por el héroe Rigoberto López Pérez», en 1956, «los señores obispos enterraron al dictador con honores de príncipe de la Iglesia».
«Yo nunca les tuve respeto a los obispos, no podía creer en los obispos. Con algunos sacerdotes sí había acercamiento, eran la excepción los sacerdotes que tenían una práctica cristiana, como (el español) Gaspar García Laviana, que sin ser nicaragüense tuvo más compromiso con el pueblo», indicó.
Rolando Álvarez
La semana pasada el Ministerio Público de Nicaragua, que dirige la exguerrillera sandinista Ana Julia Guido, acusó ante un juez al obispo Rolando Álvarez, muy crítico hacia el Gobierno de Ortega, por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.
Álvarez, de 56 años, es el primer obispo arrestado y acusado desde que Ortega retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.
El arresto y acusación contra el obispo Álvarez, otros siete sacerdotes y dos colaboradores es el capítulo más reciente de un último año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el Gobierno de Ortega, quien ha tildado de «golpistas» y «terroristas» a las autoridades eclesiásticas.