¿Por qué es conocido el Lunes Santo como el 'Lunes de Autoridad'?

En el caminar litúrgico que va desde el Domingo de Ramos hasta el Triduo Pascual, la Iglesia propone una contemplación profunda de los momentos más significativos de la vida de Jesús en su camino hacia la Pasión.

Este día, seis antes de la Pascua, se recuerda un hecho que relata el Evangelio de Mateo y que sucedió poco después de que María, la hermana de Marta y Lázaro, ungiera los pies a Cristo con un costoso perfume.

Un gesto que fue interpretado por Judas Iscariote como un desperdicio de dinero que bien podría haberse destinado a los pobres. La respuesta de Jesús, «A los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis», marcó la importancia de ese acto y anticipó la proximidad de su muerte.

Sin embargo, lo que da al Lunes Santo su denominación de 'Lunes de Autoridad' no es solo la unción, sino un hecho posterior, un acto de firmeza por parte de Jesús al llegar al templo de Jerusalén.

Al encontrar el lugar convertido en un mercado, con comerciantes haciendo negocios, Jesús expulsó por segunda vez a los mercaderes, pronunciando las célebres palabras: «Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones».

Este acto de purificación del templo pone de manifiesto la autoridad de Cristo y su defensa del verdadero propósito del templo como lugar de oración y encuentro con Dios. De forma similar, el Martes Santo es recordado como el día de la Controversia, en alusión al momento en que Jesús revela a sus discípulos que uno de ellos lo traicionará. Esta revelación anticipa lo que ocurrirá al día siguiente, el Miércoles Santo, también conocido como el día de la Traición, cuando Judas Iscariote acuerda entregar al Maestro a cambio de treinta monedas de plata.