'Women´s Cry': el Vaticano comparte el dolor de las mujeres

Women’s Cry es una exposición organizada por el Observatorio de la mujer. 26 instantáneas, que van del corazón de la Amazonia a la favela del nordeste de Brasil, de las islas griegas a las fronteras ucranianas, de las tierras altas de Anatolia a la India y el campo de Bangladesh, en el sudeste asiático. Un viaje completo que, en la diversidad de los lugares y situaciones retratados, está unido por historias ricas en humanidad, dolor, pero también fuerza y resistencia.

En las intenciones de sus promotoras, pretende ser un signo de como la Iglesia hoy quiere abrazar a todas las mujeres, del mundo, creyentes o no y darles visibilidad, para mejorar sus vidas y la de sus pueblos. Las imágenes de la exposición van acompañadas de algunas frases de la Encíclica Fratelli Tutti del Papa Francisco, una aspiración mundial a la fraternidad y a la amistad social más allá de todas las fronteras.

Mujeres resilientes para que, a través del ojo hábil y delicado del fotógrafo, puedan generar «una sinergia transformadora, cuyo horizonte es la fraternidad humana».

La presidenta de la Unión Mundial de las Organizaciones Católicas (UMOFC), María Lia Zervino, ha concedido una entrevista a El Debate, para contar la labor fundamental que realiza esta obra que comenzó de la mano de 3 mujeres en 1910 y ahora está presente en 60 países. Suman unos ocho millones de mujeres representadas. Desde 2006, la UMOFC está reconocida por la Santa Sede como Asociación Pública Internacional de Fieles. La organización se compromete a promover la presencia, participación y corresponsabilidad de las mujeres católicas en la sociedad y en la Iglesia, para que puedan para que puedan llevar a cabo su misión evangelizadora y trabajar por el desarrollo humano.

«Estas mujeres decidieron unir organizaciones del mundo entero, así que muy pronto se convirtieron en una oenegé internacional que por su dura habitación se hizo y por la defensa y promoción de las mujeres inmediatamente fue partícipe de la Liga de las Naciones. Cuando se constituyen las Naciones Unidas, entraron entre las primeras organizaciones no gubernamentales católicas que tienen y siguen teniendo estatus en Naciones Unidas. Actualmente, en la FAO, en la UNESCO, en el Consejo de Europa, en el Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra, y en todas estas agencias internacionales tenemos representantes internacionales», cuenta María Lia Zervino.

El Observatorio Mundial de las Mujeres es una iniciativa promovida por la UMOFC, que se creó para dar voz a las mujeres «invisibles» de todo el mundo. El objetivo es inspirar y generar estrategias pastorales, pero también impulsar la renovación de las políticas públicas en favor del desarrollo humano integral de las mujeres, sus familias, comunidades y poblaciones. Zervino es miembro de la Asociación de Servidoras, una institución del Ordo Virginum cuyo carisma le ha permitido dedicarse a la evangelización a través de la mujer y el arte, nuestra sensibilidad estética llegando al centro de nuestra persona, donde mente y corazón se encuentran.

La finalidad la promoción de la mujer para que sea efectiva su participación, su corresponsabilidad, su presencia en la evangelización y en el desarrollo humano integral, entonces siempre van a estar esas organizaciones representadas por una mujer. Tenemos organizaciones tan variadas que van desde la adoración nocturna hasta la creación de pozos para comunidades.

«Nuestra relación es muy cercana con la Santa Sede, porque somos la única organización que se dedica a las mujeres que fue reconocida y es por la Santa Sede como asociación pública internacional de fieles, entonces de alguna manera nuestra comunión con la Iglesia es total. Tener la sede en Roma nos permite una colaboración estrecha con distintos dicasterios, por supuesto, con el dicasterio de laicos, familia y vida, pero también con los demás, con el secretariado del sínodo. En fin, hacemos con el dicasterio de la comunicación del desarrollo humano integral, hacemos un trabajo, digamos, muy colaborativo y queremos realmente estar al servicio de la Iglesia», ha contado la presidenta de la Unión.

Hace más de un año y medio que fundaron el observatorio mundial de las mujeres. Hay otros en el mundo, un servicio podría ser interesante para la Iglesia, y poder ser consciente de los tipos de vidas de muchas mujeres que no son solo católicas, y tener una pastoral más cercana a las mujeres. Trabajan para transformar junto con las mujeres su vida, la de su familia, de su pueblo, de sus países. Este es el objetivo fundamental que tienen, el amor a través de este proyecto.