Cómo leer la etiqueta de los productos envasado del supermercado

Con la vuelta a la rutina toca llenar la nevera para preparar comidas caseras y saludables, sin embargo, más allá de las frutas y verduras que no requieren una etiqueta nutricional, las baldas de los supermercado están repletas de productos envasados que no siempre cumplen con lo que los nutricionistas considerarían apropiado en una dieta diaria. Conocer y saber interpretar las etiquetas de un bote de tomate frito, de unas alubias o de un gazpacho es fundamental para compensar grasas o hidratos de carbono.

En la etiqueta trasera de los alimentos figura la información nutricional sobre los mismos agrupada en el mismo campo visual y en un formato claro en forma de tablas. La información estará expresadas por cada 100 g o 100 ml para poder comparar los diferentes productos.

Según explica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) lo primero que siempre tiene que figurar en la etiqueta es el valor energético que vendrá expresado en kilojulios y kilocalorías.

Grasas

Siempre se informará sobre las cantidades de grasas totales y de grasas saturadas. El 30 % de las calorías que se toman a diario se deben obtener de las grasas lo que significa que no debe superar los 77 g si se sigue una dieta tipo de 2.000 kcal diarias.

Los nutricionistas advierten que no sería saludable llevar una dieta sin ningún tipo de grasas sin embargo, es importante consumir grasa con moderación.

Hidratos de carbono

En la etiqueta también es obligatorio que figure la cantidad de hidratos de carbono entre los que figuran los azúcares. Hay que saber que hay distintos tipos de azúcares, algunos se añaden a los alimentos mientras que otros están presentes de forma natural en ellos como es el caso de las frutas, las hortalizas, la miel y la leche.

En la información nutricional el contenido de azúcares totales se proporciona como sigue: hidratos de carbono por 100 g son 100 ml de los cuales la cantidad de azúcares se indicará su cantidad en gramos.

Proteínas y sal

Siempre se ha de informar de la cantidad de proteínas que contiene el alimento y por supuesto la información nutricional siempre tiene que aportar la cantidad de sal del alimento. La OMS recomienda que la ingesta máxima de sal diaria sea de 5 g. Se considera que un alimento contiene mucha sal si lleva 1,25 g o más por cada 100 g.

Información no obligatoria

Además de esta información obligatoria también se puede destacar de forma voluntaria otros nutrientes. La información de las grasas podrá completarse con la cantidad de grasas monoinsaturados y grasas poliinsaturados.

Además, la cantidad de hidratos de carbono podrá completarse con la indicación de la cantidad de polialcoholes y almidón. Algunas veces también se puede informar sobre la cantidad de fibra alimentaria. Un consumo diario de 25 g de fibra alimentarias es adecuada en adultos.

Las vitaminas y minerales pueden indicarse en la etiqueta en caso de que estén presentes en cantidades significativas y siempre en el orden establecido en la normativa.