Consejos para evitar o aliviar la resaca
Las molestias que causa incluyen cansancio, sed, dolor de cabeza y muscular, náuseas, vértigo, ansiedad, irritabilidad, sudor o presión arterial alta
Los despertares después de haber salido de fiesta o a tomar algo a menudo son duros. La consecuencia de esa copa de más la noche anterior puede resultar en una resaca apoteósica que, con los años, puede además ir haciéndose más pesada.
La resaca no es más que un conjunto de síntomas consecuencia de haber bebido demasiado alcohol. Según el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, las molestias incluyen cansancio, debilidad, sed, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, dolor de estómago, vértigo, sensibilidad a la luz y al ruido, ansiedad, irritabilidad, sudor y presión arterial alta, aunque pueden variar según la persona.
Qué hacer para tener menos resaca
La manera más lógica de evitar estos molestos síntomas es muy simple: no beber alcohol. O, al menos, ingerirlo en cantidades pequeñas. Además, si se bebe es aconsejable hacerlo con el estómago lleno e ir intercalando vasos de agua entre las copas, ya que así se beberá menos alcohol y nos mantendremos hidratados. El tabaco combinado con el alcohol también puede incrementar el riesgo de padecer resaca.
En cuanto al tipo de bebida, aunque todas pueden causar esta molestia, según el Servicio Británico de Salud Pública (NHS por sus siglas en inglés) con las blancas (ginebra o vodka) las probabilidades de sufrirla serán menores que con las oscuras (ron o whisky). Esto se debe a que las primeras contienen menor cantidad de una sustancia llamada congéneres, que irritan los vasos sanguíneos y el tejido cerebral y pueden empeorar la resaca.
En caso de que se nos haya ido la mano y todo esto sea ya inevitable, los remedios más efectivos serían los siguientes:
- Beber mucha agua. Una de las principales causas de la resaca es debido a que el alcohol deshidrata. Al día siguiente necesitará rehidratarse, por lo que será esencial beber agua desde el momento que nos levantemos. Las bebidas isotónicas y los consomés pueden contribuir también a reponer sales y minerales.
- Comer alimentos ricos en glucosa, fructosa o hidratos de carbono. Cinfasalud recomienda comer fruta fresca, tostadas o galletas integrales, algo que favorecerá que se eleve el nivel de azúcar en sangre. Las legumbres y el muesli también serán grandes aliados, ya que aportan carbohidratos, fibra y minerales.
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- Evitar las grasas animales. Cuando tenemos resaca, es habitual levantarse con ganas de comer una hamburguesa. Sin embargo, se recomiendan las carnes poco magras, los pescados azules y las grasas de origen vegetal (aceite de oliva o frutos secos).
- Descansar. Es importante dormir lo suficiente, incluso aunque nos levantemos bien. Un buen descanso ayudará a la musculatura a recuperarse y contribuirá a tener un mejor humor. El alcohol impide que se alcancen las fases de sueño más profundas, por lo que la calidad de sueño suele ser peor.
- Analgésico, no ibuprofeno. «Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno», según reza el dicho. Pues bien, esto es falso: los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno o el acetilsalicílico pueden irritar el estómago y empeorar los síntomas de la resaca. El paracetamol, por contra, puede dañar el hígado si se combina con alcohol, pero si se toma con precaución puede aliviar los síntomas.
En un tiempo aproximado de 24 horas, los efectos de la resaca deberán haber desaparecido. En caso de sufrir convulsiones, hipotermia, desmayos, respiración irregular o tener problemas para mantener la consciencia, será necesario acudir a un médico, puesto que podría tratarse de una intoxicación grave por alcohol.