Taza de café
El café también mejora el aprendizaje y la memoria
Una investigación concluye que la trigonelina derivada del café mejora las funciones cognitivas
El café es una de esas bebidas que igual se consume en el desayuno, tras una comida o a media tarde... y es que no hay mala hora para tomarse uno. Su contenido en cafeína proporciona energía pero además, diferentes estudios han demostrado que su ingesta ayuda a quemar calorías, reducir el riesgo de alzhéimer, evitar la depresión, disminuir el riesgo de enfermedad hepática o el riesgo de muerte temprana y enfermedad cardiovascular. Por si todo esto fuera poco una investigación, dirigida por la Universidad de Tsukuba, en Japón, acaba de concluir que la trigonelina (TG), un alcaloide vegetal que se encuentra en el café mejora las funciones cognitivas.
Los investigadores estudiaron los efectos de la trigonelina en la memoria y el aprendizaje espacial (adquirir, retener, estructurar y aplicar información relacionada con el entorno físico circundante) desde una perspectiva tanto cognitiva como de biología molecular de manera integrada.
Después de la administración oral de trigonelina a ratones con senescencia acelerada durante 30 días, la prueba del laberinto acuático de Morris indicó una mejora significativa en el aprendizaje espacial y el rendimiento de la memoria en comparación con los ratones que no recibieron alcaloides presentes en el café.
A continuación, los investigadores realizaron un análisis transcriptómico del genoma completo del hipocampo para explorar los mecanismos moleculares subyacentes. Descubrieron que las vías de señalización relacionadas con el desarrollo del sistema nervioso, la función mitocondrial, la síntesis de ATP, la inflamación, la autofagia y la liberación de neurotransmisores estaban significativamente moduladas en el grupo de TG.
Además, el equipo de investigación descubrió que los ratones tratados con trigonelina suprimían la neuroinflamación. En un comunicado, los investigadores afirman que el análisis cuantitativo de proteínas confirmó que los niveles de citocinas inflamatorias disminuyeron significativamente y los niveles de los neurotransmisores dopamina, noradrenalina y serotonina aumentaron significativamente en el hipocampo. Estos hallazgos sugieren la eficacia de los TG para prevenir y mejorar el deterioro de la memoria del aprendizaje espacial relacionado con la edad.
