Cómo gestionar las reuniones familiares para no terminar discutiendo en Navidad
Los expertos explican cómo gestionar con éxito las relaciones familiares y lograr que se respire buen ambiente
Se acercan las fiestas navideñas y con ellas los reencuentros con familiares que unas veces serán agradables y otras, quizá más tirantes. Mantener la compostura y la armonía parece, en ocasiones, tarea complicada. Para no caer en la tentación de discusiones absurdas de las que luego podamos arrepentirnos, psicólogos de Psicopartner explican en ocho puntos cómo gestionar con éxito las relaciones familiares y lograr que solo se respire buen ambiente en Navidad.
- Hay que aceptar que la familia es la que uno crea, no de la que uno procede. Sabiendo esto, se podrá empezar a recolocar al resto de la familia y a organizar las prioridades. Lo más sencillo son las visitas breves y afables (especialmente si estamos hablando de la familia política o de familiares a los que vemos poco).
- Es muy importante no tratar de cambiar a la familia, y en estas fechas se deben evitar las discusiones en la medida de lo posible. Hay que esquivar los temas de política, religión, preferencias sexuales y todo aquello que pueda suscitar opiniones encontradas.
- Si hablamos de familia política, el reparto equitativo de las visitas y estancias en ambas familias es muy importante, al igual que del dinero que se invierte en ocio y regalos con unos y con otros. Esto ahorrará muchos resquemores.
- Es importante acostumbrarse a decir cosas bonitas a la familia política y alabar la belleza de los bebés de la familia. La sinceridad y la verdad hay que administrarlas con mucha prudencia, bondad e inteligencia…
- Hay que ser conscientes de que la buena gestión de la familia política pasa por la contención y, en ocasiones, por la falsedad. No hay que ser combativo, uno debe transformarse en un aspersor de positividad y buen rollo.
- Disfrutar de lo que se tiene es importante, ya que en la mayoría de los casos, la familia (sea o no política) está predispuesta a querernos. Además, todo el mundo tiene cosas buenas, hay que escuchar a la familia, aprender de ellos y divertirse.
- Uno ha de estar siempre disponible para ayudar, si los familiares están preparando una comida, por ejemplo, uno ha de colaborar activamente.
- Se debe tener cuidado con el alcohol y la cafeína tan presentes en estas fechas. Estos son falsos amigos y grandes ansiógenos, lo mejor es sustituirlos por descafeinados y sucedáneos.