Los brotes pueden salir al cabo de 10 o 15 días

Los brotes pueden salir al cabo de 10 o 15 díasFlickr

El peligro de comer las patatas a las que le han salido brotes

Estos tubérculos contienen dos tipos de toxinas naturales

Hace 50 años las familias solían hacer la compra casi a diario. La carne o el pescado recién traído del mercado central y la fruta y la verdura casi recién recolectada. Hoy en día los hábitos de vida han cambiado y la compra se deja para un día concreto de la semana. Congelados, productos precocinados y latas llenan gran parte del carrito. Pero, qué pasa cuando se compran las mallas de tres o cinco kilos de patatas. Lo más normal es que se queden almacenadas y al cabo de 10 o 15 días les salgan brotes ¿se pueden comer sin más?

Los expertos explican que las patatas contienen dos tipos de toxinas naturales o glicoalcaloides, –solanina y chaconina– y la exposición a la luz aumenta su formación así como la de la clorofila, responsable del color verde de muchas plantas y un marcador que puede avisar de que podría haber un exceso de los glicoalcaloides.

Minwei Xu, profesor de la Universidad Estatal de Dakota del Norte explica: «Cuando las patatas brotan y tienen manchas verdes, normalmente significa que han estado expuestas a la luz durante un período prolongado de tiempo. Esto puede hacer que las patatas produzcan una toxina natural llamada solanina, que se concentra en las partes verdes de la patata».

Cocinar las patatas no elimina los glicoalcaloides

Aunque toda planta de patata contiene glicoalcaloides, la mayor concentración se encuentra en las hojas, flores, 'ojos', piel verde y brotes. La concentración más baja se encuentra en la masa blanca de la patata. La toxicidad aumenta por daños físicos a la planta, temperatura de almacenamiento y almacenamiento en luz brillante. Cocinar las patatas horneándolas, hirviéndolas, friéndolas y calentándolas en el microondas no elimina los glicoalcaloides. Sin embargo, quitar la piel antes de cocinarla puede reducir el contenido de glicoalcaloides en una patata cruda.

Compuestos tóxicos

Según una investigación publicada en Encyclopedia of Food and Health, los glicoalcaloides pueden tener algunos beneficios para la salud, como reducir el colesterol o combatir la inflamación pero cuando hay demasiados de estos compuestos pueden ser tóxicos y provocar síntomas gastrointestinales como vómitos, dolor abdominal y diarrea. Algunas personas también pueden experimentar dolor de cabeza, enrojecimiento, confusión y fiebre. Los síntomas desaparecen pasadas unas horas.

El tratamiento de la intoxicación por solanina es totalmente de apoyo. La mayoría de los pacientes desarrollan vómitos y diarrea por lo que las medidas de descontaminación no suelen ser necesarias.

Cómo minimizar riesgos

La toxicidad de los glicoalcaloides de las patatas se puede minimizar comprándolas sólo cuando se necesiten, guardándolas en un lugar fresco y seco y pelándolas antes de comerlas. El principal consejo de los científicos es claro: «En caso de duda, tíralas».

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