Los populares caramelos Skittles podrían ser prohibidos en España por su toxicidad
Estas bolitas de colores llevan entre sus aditivos dióxido de titanio, prohibido en la Unión Europea a partir de agosto
Los caramelos Skittles tienen los días contados en España. Esas bolitas de colores con sabores frutales deberán ser prohibidas en la Unión Europea si la empresa Mars, fabricante del producto, no elimina el dióxido de titanio que utiliza como aditivo en su elaboración.
El pasado mes de enero, en base a los estudios aportados por la Autoridad Europea de Seguridad de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Comisión Europea prohibió el uso de dióxido de titanio, usado como colorante alimentario, dada la falta de seguridad en su uso. La fecha tope de venta se estableció hasta el hasta el 7 de agosto. El motivo es que no se ha podido descartar su genotoxicidad tras su ingesta ya que, aunque la absorción de partículas de dióxido de titanio es baja, pueden acumularse en el organismo.
Las alertas han saltado tras la demanda por parte de un colectivo de consumidos a la empresa Mars Inc. El demandante afirma que los caramelos no son aptos para el consumo porque contienen una toxina conocida que la compañía se comprometió a eliminar hace seis años.
Demanda colectiva en EE.UU.
La demanda colectiva, presentada el jueves en Oakland, California, en un tribunal federal, Jenile Thames acusó a Mars de poner en peligro a los consumidores de Skittles al usar «niveles elevados» de dióxido de titanio, o TiO2, como aditivo alimentario, según publica el New York Post.
«Un consumidor razonable esperaría que estos caramelos se pudieran comprar y consumir de manera segura tal como se comercializa y vende», dice la denuncia. «Sin embargo, los productos no son seguros».
La empresa Mars, el fabricante de Skittles, con sede en McLean, Virginia, se comprometió en febrero de 2016 a eliminar los colorantes artificiales de sus productos alimenticios en los próximos cinco años.
En octubre de 2016, confirmó que el dióxido de titanio se encontraba entre los colorantes que se iban a eliminar, según el Centro para la Seguridad Alimentaria sin fines de lucro, citando un correo electrónico de Mars.