Como ya explicamos en El Debate, la alimentación japonesa es un referente a la hora de perder peso conservando una buena salud. La esperanza de vida de los nipones se sitúa en 84 años, tres años más que el promedio de la OCDE, lo que hace que el resto del mundo ponga la mirada sobre sus hábitos alimenticios y de vida. La última moda procedente de este archipiélago asiático es el té matcha. Se trata de un polvo que se obtiene de hojas de té verde que no han sido directamente expuestas a luz solar. Su forma en polvo se consume de manera diferente a las hojas o las bolsas de té a las que estamos habituados, ya que se suspende directamente en un líquido, generalmente agua o leche. Aunque su consumo está extendido en Japón, su origen se remonta a la China de tiempos de la dinastía Song. Fue en 1191 cuando el monje budista Myōan Eisai lo introdujo en el País del Sol Naciente con la entrada del budismo. Es conocido por sus múltiples beneficios antioxidantes ya que aporta polifenoles, catequinas y clorofila. Además, su consumo proporciona vitaminas A, C, E, K y B y minerales como magnesio, zinc, selenio y cromo. La gran cantidad de antioxidantes que contiene ayuda a filtrar la sangre de sustancias tóxicas, actuando directamente sobre el hígado. Los beneficios de este té son variados, según los especialistas de Tea Shop: ayuda a relajarnos, estimular nuestra mente, fortalecer el sistema inmunitario, mejorar el aspecto de las uñas y la piel, reducir el colesterol y el estrés. Según Matcha & Co, con su combinación de cafeína y L-Teanina hace que se obtenga energía durante más tiempo que con el café, pero que a la vez se evite el nerviosismo y la fatiga posterior. Asimismo, aseguran que puede proteger de problemas cardiovasculares gracias a las catequinas, que producen un efecto antiinflamatorio en el sistema vascular. Además, estimula el metabolismo y ayuda a quemar grasas más rápido, por lo que se le suele incluir en las dietas de adelgazamiento. Esto se debe a que en las hojas de té verde se puede encontrar polifenoles y galato de epigalocatequina, dos compuestos que contribuyen a la eliminación de grasa y a evitar que se acumule. También destaca por el sabor inconfundible que lo caracteriza. conocido como Umami. Este, nombrado como el quinto sabor, en japonés significa sabor agradable o sabroso. Son embargo, no suele resultar agradable a todo el mundo, ya que las papilas gustativas no están acostumbradas y se suele requerir de unas tres o cuatro veces para que el consumidor le termine de coger el gusto. Para elaborar un té matcha se necesitan 1 o 2 gramos de polvo en agua muy caliente, donde comienzan a disolverse al agitarlos, como si de café soluble o cacao se tratara. Al revolverlo, hace que se forme una espuma ligera que aporta un sabor muy delicado a la bebida. Existen a la venta preparados instantáneos, aunque este tipo de té verde también se usa en repostería, helados y otras recetas de la gastronomía japonesa. Desde Matcha & Co nos recomiendan también elaborar zumos y ofrecen otros productos como crema de untar o cosméticos para la piel. Muchos son los famosos e influencers que ya se han sumado a esta moda y lo toman a diario, como Gwyneth Paltrow, Lady Gaga, Leonardo di Caprio o Laura Matamoros.