Las cuatro enfermedades de salud mental diagnosticadas al Príncipe Harry

Desde la trágica muerte de su madre, la Princesa Diana de Gales en 1997, el Príncipe Harry ha estado en el ojo del huracán. Con tan solo 12 años el hijo menor del Rey Carlos tuvo que aprender a vivir en un ambiente difícil, tal y como él mismo ha relatado.

En plena promoción de su libro, el duque de Sussex asistió a una charla con el doctor Gabor Maté, reconocido experto en adicciones, con el que habló sobre su relación con las drogas. A lo largo de la conversación y tras haber leído el libro del Príncipe Harry, el especialista se atrevió a diagnosticar al duque cuatro enfermedades mentales que vienen desde su infancia: ansiedad, depresión, estrés postraumático y déficit de atención e hiperactividad.

Ansiedad

Los trastornos de ansiedad son los más comunes de los trastornos mentales, afectan casi al 30 % de los adultos en algún momento de su vida.

Según recoge el Royal College of Psychiatrist (RCPSYCH) y la Sociedad Española de Médicos Residentes de Psiquiatría (SERP) la ansiedad es la reacción normal de temor que todos experimentamos cuando nos enfrentamos a situaciones amenazantes o difíciles. Nos puede ayudar a evitar situaciones peligrosas, alertándonos y motivándonos para hacer frente a los problemas. Pero, si estos sentimientos de ansiedad son demasiado intensos, pueden interferir en nuestra vida, deprimirnos, dañar nuestra salud mental e incluso impedirnos hacer las cosas que queremos.

La ansiedad se refiere a la anticipación de una preocupación futura y está más asociada a la tensión muscular y al comportamiento de evitación.

Los trastornos de ansiedad se pueden experimentar a nivel mental con preocupación constante, cansancio, irritabilidad, dificultad atencional, bajo estado de ánimo e insomnio y a nivel físico con palpitaciones, sudoración, temblores, respiración acelerada, palidez, boca seca, tensión muscular, hormigueos en manos y pies, mareos, indigestión y/o diarrea.

Depresión

Sobre la depresión, la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) explica que no solo provoca tristeza, sino también angustia y toda una serie de síntomas físicos y psicológicos. Además, repercute muy seriamente en la capacidad de las personas para llevar a cabo las tareas cotidianas, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y, en el peor de los casos, incluso puede provocar el suicidio. Afortunadamente la depresión se puede prevenir y tratar.

Según los expertos, algunas personas pueden ser más vulnerables a la depresión que otras. Esto puede deberse a experiencias difíciles en la infancia, algún acontecimiento traumático, o un entorno familiar inestable. El consumo habitual de alcohol o de drogas como el cannabis puede aumentar las probabilidades de depresión a largo plazo.

Déficit de atención e hiperactividad

El término 'trastorno por déficit de atención e hiperactividad' (TDAH), se utiliza por los profesionales para describir los problemas de los niños que son hiperactivos y tienen dificultad para concentrarse. En

la mayoría de las situaciones existe una combinación entre genética y factores ambientales. El TDAH puede presentarse con diferentes comportamientos según la edad, el entorno e incluso la motivación del menor y no todos los niños tienen todos los síntomas.

Los niños con problemas de atención pueden parecer olvidadizos, distraídos y desorganizados. Los niños con hiperactividad parecen inquietos y ruidosos. Los niños con síntomas de impulsividad hacen las cosas sin pensar.

Los niños con TDAH pueden tener otros problemas como dificultades de aprendizaje, autismo, trastornos de conducta, ansiedad y depresión, según un informe de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM).