Los beneficios de los ejercicios de suelo pélvico

Los beneficios de los ejercicios de suelo pélvicoGTRES

Por qué debes incluir el suelo pélvico en tu entrenamiento deportivo

La clave está en la activación del músculo transverso, que actúa como una faja o corsé natural de la cavidad abdominal

El suelo pélvico está constituido por estructuras óseas, ligamentosas, viscerales y musculares. En concreto, la musculatura del suelo pélvico es la base de la denominada «cesta pélvica», que se ve sometida a presiones en muchas situaciones de la vida cotidiana, como por ejemplo al practicar determinados deportes, principalmente los considerados deportes de impacto. Además del impacto, la fatiga muscular a la que se ve sometida esta musculatura también puede dar lugar a lesiones. Y no sólo del área uroginecológina, sino de otras zonas directa e indirectamente relacionadas, como puede ser la zona lumbar o los miembros inferiores.

Por estos motivos, a pesar de que esta área es «la gran olvidada» del entrenamiento físico, se hace necesario integrar el trabajo del suelo pélvico en nuestros hábitos de deportivos en cualquier disciplina que practiquemos. Y con el objetivo no sólo de prevenir lesiones, sino también de mejorar el propio rendimiento de los deportistas, ya que estas estructuras son claves para mantener una postura adecuada en cualquier actividad física.

El suelo pélvico forma parte del denominado 'CORE', formado por distintas estructuras. Pero si hablamos de su parte muscular, podemos decir de forma simplificada que el 'CORE' está formado por la zona abdominal y lumbar, una frente a la otra, el diafragma en la parte superior y el suelo pélvico, como la parte inferior de este conjunto muscular y que nos confiere estabilidad lumbopélvica. ¿Cómo podemos activar esta musculatura para poder ser conscientes de ella e integrarla en nuestro entrenamiento físico?

Activar el transverso

La clave para tener en cuenta el suelo pélvico cuando hacemos deporte está en incorporar a nuestras rutinas de entrenamiento la activación del músculo transverso, el más profundo de nuestros músculos abdominales, que actúa como una faja o corsé natural de la cavidad abdominal. La razón es que cuando contraemos el transverso se activa de forma involuntaria la musculatura de nuestro suelo pélvico. Para lograrlo, hemos de centrarnos en la respiración cuando hacemos ejercicio.

La importancia de la respiración

Al coger aire, debemos permitir que nuestro abdomen se expanda. Y cuando lo expulsamos, hay que tratar de que la parte comprendida entre el ombligo y la sínfisis del pubis se meta hacia dentro y hacia arriba. Un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico debe evaluar si nuestra contracción muscular del suelo pélvico es la correcta, así como la fuerza y sinergia de esta contracción, ya que realizar una activación inadecuada de este grupo muscular puede llevarnos a situaciones de pujos y resultar perjudicial.

Por todas estas razones es más que recomendable complementar nuestra rutina de entrenamiento en cualquier modalidad deportiva con el trabajo del suelo pélvico –mejor con la ayuda de profesionales especializados–, lo que nos asegurará un mejor rendimiento deportivo, previniendo además posibles lesiones.

Artículo escrito por Cristina Orts Ruiz, Doctora en Fisioterapia, Vicedecana del Grado en Fisioterapia de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) en Elche y especialista en fisioterapia uroginecológica.

Temas

comentarios
tracking