Mujer de entre 18 y 65 años, el perfil más proclive para sufrir los efectos secundarios de la vacuna

Las mujeres de entre 18 y 65 años son el perfil más proclive de sufrir los efectos secundarios asociados a las vacunas contra el coronavirus.

Según el 15º Informe de Farmacovigilancia de las Vacunas, hasta el 8 de mayo se han registrado en la base de datos FEDRA (Farmacovigilancia Española Datos de las sospechas de las Reacciones Adversas) un total de 70.965 notificaciones de acontecimientos adversos, lo que correspondería a 70 notificaciones por cada 100.000 dosis administradas. El 67 % han sido comunicadas por profesionales sanitarios y el 33 % por la ciudadanía.

De ellas, la mayoría de las notificaciones corresponden a mujeres (73 %) y a personas de entre 18 y 65 años (87 %).

Por grupos de edad y sexo, un total de 46.024 notificaciones de acontecimientos adversos se dieron en mujeres de entre 18 y 65 años, mientras que 4.431 se dieron en mayores de 65 años, 574 se dieron en jóvenes de entre 12 y 17 años y solo 189 en niñas menores de 12 años.

15.358 notificaciones de acontecimientos adversos se produjeron en hombres de entre 18 y 65 años, dándose 2.200 en los de más de 65 años. 619 se notificaron en jóvenes de entre 12 y 17 años y 200 en los niños menores de 12 años.

No siempre hay relación directa

Estos acontecimientos no pueden considerarse directamente relacionados con las vacunas «por el mero hecho de notificarse», recuerda el citado informe.

Las vacunas contra la covid no salvan vidas, pero la vacunación sí. Las campañas masivas de inoculación fueron el mejor antídoto ante la tragedia y permitieron recuperar, al menos en parte, la normalidad perdida tras el comienzo de la pandemia.

Las vacunas provocaron y siguen provocando ciertos efectos no deseados, muchos aun en fase de estudio y análisis. En concreto, en nuestro país se notificaron, hasta el día 8 de mayo, un total de 70.965 'acontecimientos adversos', lo que correspondería a 70 notificaciones por cada 100.000 dosis administradas.

De ellas, 12.960 notificaciones fueron consideradas graves, esto es, cualquier 'acontecimiento adverso' derivado de las vacunas que requiera o prolongue la hospitalización, o bien dé lugar a una discapacidad significativa o persistente o malformación congénita.

En total, 434 presentaron un desenlace mortal. Pero hay que recordar que, según señala el informe, estos acontecimientos no pueden considerarse relacionados con las vacunas «por el mero hecho de notificarse», ya que «en la gran mayoría de los casos notificados en los que consta información sobre los antecedentes médicos y la medicación concomitante, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y otros tratamientos que estuviera tomando».

Según el texto, los casos notificados con desenlace mortal se evalúan continuamente por las agencias de medicamentos de la UE.