Tener vivencias adversas entre los 6 y 11 años, un riesgo de trastorno bipolar
La consolidación de distintas fases del desarrollo cerebral depende en gran medida de la experiencia y de las interacciones que se establecen con el entorno
Un estudio con participación del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) ha descubierto una posible relación entre tener vivencias adversas entre los seis y 11 años con el riesgo de desarrollar trastorno bipolar en la edad adolescente o adulta.
Para ello, el IISPV ha anunciado que que se ha usado un nuevo instrumento llamado Escala de cronología de exposición al abuso y el maltrato (Mace), que permite datar las experiencias adversas durante los primeros 18 años de vida.
Estudiar estas vivencias «es relevante si se tiene en cuenta que los seres humanos pasan por distintas etapas de maduración del cerebro y de consolidación psicoemocional» hasta la vida adulta.
En este proceso, determinadas edades son períodos sensibles a algunos aprendizajes, «hasta el punto que la consolidación de distintas fases del desarrollo cerebral depende en gran medida de la experiencia y de las interacciones que se establecen con el entorno».
Así, situaciones adversas pueden implicar un «estrés tóxico» e impedir una buena formación de las funciones mentales que serán fundamentales en la edad adulta, y que pueden afectar especialmente a las personas con trastorno bipolar.