Muestras de un laboratorio

Muestras de un laboratorioSICPA

Así funciona el sistema que detecta enfermedades en las aguas residuales de los aviones

El miedo a contagiarse es uno de los factores que alteran la toma de decisiones de las personas que se van de vacaciones de verano

España se encuentra en la séptima ola de contagios por coronavirus que ha provocado que haya hasta tres veces más hospitalizados que hace un año. Atendiendo a los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, España ha alcanzado los 13 millones de casos notificados hasta el momento.

Las muertes rozan los 110 mil casos y la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) asegura que la pandemia no ha terminado. El aumento de contagios no ha sido únicamente a nivel nacional, si no que afecta también a nivel mundial. La facilidad de transmisión de la nueva variante de coronavirus BA.5 hace que la preocupación aumente entre aquellas personas que son vulnerables. Los epidemiólogos y los médicos piden volver a las mascarillas en los espacios interiores y ofrecer teletrabajo.

El miedo a contagiarse es uno de los factores que alteran la toma de decisiones de las personas que se van de vacaciones de verano. Además, se han reportado muchos casos de pacientes con síntomas de coronavirus que dan negativo en el test. A pesar de las especulaciones que aseguran que los test rápidos no funcionan con las nuevas variantes del coronavirus, una de las hipótesis que defiende este resultado negativo es la rapidez con la que actúa el sistema inmunitario frente al contacto con el virus. Sin embargo, el temor a arruinarse las vacaciones de verano es un detonante en el día a día de los españoles.

SICPA, líder mundial en tecnologías de identificación, trazabilidad y autenticación, y el Bataillon de Marins-Pompiers de Marseille (BMPM), una innovadora unidad francesa de biodefensa, han desarrollado una solución tecnológica de última generación, basada en el análisis de las aguas residuales de los aviones, para ayudar a las autoridades a gestionar el riesgo de importar patógenos a su territorio. Los datos epidemiológicos recopilados les dan una visión precisa de la dinámica y el funcionamiento del patógeno y evitar una posible propagación.

Tras realizar pruebas concluyentes en varios aeropuertos de grandes dimensiones sobre la detección del SARS-CoV-2 y sus variantes durante varios meses, la eficacia de la solución se ha confirmado a gran escala, con más de 150 aviones probados, bajo la supervisión de las autoridades sanitarias competentes.

Los gobiernos y las autoridades sanitarias cuentan ahora con una herramienta particularmente eficaz para prevenir y anticipar esos riesgos para la salud. Este sistema aporta una fiabilidad a la vigilancia del virus, de tal forma que la OMS observa una reducción en las pruebas de la COVID-19, a veces en favor de los test rápidos, cuyos resultados no se comunican a las autoridades sanitarias. Las pruebas de aguas residuales de los aviones tienen la ventaja de ser colectivas, no invasivas y confidenciales. También pueden detectar varios patógenos en etapas tempranas en personas que no habrían dado positivo en la prueba individual requerida para el embarque.

«El propósito de SICPA es habilitar la confianza. Ofrecemos a los gobiernos soluciones seguras de trazabilidad y gestión de riesgos para la salud para optimizar sus sistemas de respuesta», sostiene Arnaud Bernaert, director de la sección de Soluciones de Seguridad Sanitaria de SICPA. «La solución desarrollada en asociación con el BMPM es uno de los módulos de adquisición de datos que permiten a los gobiernos construir su propio observatorio epidemiológico para monitorear las amenazas emergentes y el desarrollo de epidemias y pandemias, y para anticipar y gestionar los riesgos para la salud sin interrumpir innecesariamente la vida cotidiana de los ciudadanos, un desafío particularmente destacado durante la pandemia de la COVID-19. Rápidamente desplegable a gran escala, ahora está disponible para cualquier estado interesado».

Basándose en su experiencia de más de 40.000 muestras tomadas de aguas residuales en comunidades urbanas de Francia desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, el BMPM ha desarrollado un protocolo de recogida para todo tipo de aviones, comerciales o privados, tan pronto como llegan a los aeropuertos.

Los análisis realizados in situ por equipos especialmente formados permiten detectar en menos de 2 horas la presencia de un patógeno a bordo, entre los pasajeros y la tripulación de un vuelo. La solución puede identificar directamente variantes del coronavirus, así como otros patógenos respiratorios (especialmente la gripe). Además, se adapta constantemente a la evolución de la amenaza, gracias a una colaboración con el Grupo de Interés Científico EDEM Solutions, que tiene una capacidad industrial para adaptar las sondas de detección a nuevas variantes en pocas semanas, tan pronto como se conoce su secuencia genómica.

Por lo tanto, la solución que propone SICPA evita el aumento de contagios, mientras reduce el uso de test rápidos que, aunque den un resultado positivo, en la mayoría de los casos no se comunica a las autoridades. Los resultados de los análisis son devueltos inmediatamente en forma de cuadros analíticos desarrollados por SICPA y correlacionados con datos estadísticos y territoriales, lo que les permite seguir con precisión la evolución de una epidemia y la circulación de nuevos patógenos, y así decidir muy rápidamente sobre las medidas a implementar para proteger a su población y economía.

Esta robusta solución, desarrollada conjuntamente por SICPA y el BMPM, y comercializada por SICPA, permite ahora responder de manera concreta a la recomendación emitida por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades el pasado mes de noviembre, animando a los países a establecer sistemas de seguimiento sanitario y apoyo a la toma de decisiones. Su existencia continua permitirá la detección temprana de una gama de patógenos cada vez más amplia en el futuro.

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