Cómo influye el cambio de hora en la salud
Trastornos en el sueño, cansancio y repercusión en el estado de ánimo son algunos de los efectos
La madrugada del sábado al domingo los relojes se atrasaron una hora: a las tres fueron las dos. Nos adaptamos así al horario de invierno con el fin de contribuir al ahorro energético y aprovechar las horas de luz solar en los meses de más frío. Sin embargo, como cada vez que hacemos este gesto, surge el debate y muchos advierten de los efectos perjudiciales en la salud de estos cambios.
Lo habitual es que esta variación de los relojes produzca cambios en los días posteriores al cambio, pero hay quien ve efectos negativos en el hecho de que cada día anochezca una hora antes. Vanesa Fernández, doctora en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y psicóloga de la clínica Blue Healthcare, explica a El Debate que altera mínimamente nuestros ritmos circadianos.
«Eso hace que tengamos habitualmente insomnio, nos cueste conciliar el sueño, nos levantemos un poco antes y, sobre todo, por las mañanas nos encontremos más cansados». Según Fernández, esto puede llegar a provocar sensación de fatiga, cefalea o percepción de desorientación.
A ello hay que añadir que el horario de trabajo sigue siendo el mismo, por lo que en realidad, desde la perspectiva del reloj biológico rompemos nuestra rutina del sueño, de modo que no se descansa lo necesario, tal y como apuntan desde Sanitas. Es un efecto similar al que se produce con el jet lag cuando se viaja en avión a un país con un huso horario diferente.
Salud mental
Aunque los síntomas físicos se presentan de forma leve y suelen desaparecer como mucho en tres días, la salud mental se puede ver afectada durante más tiempo. La psicóloga subraya que la oscuridad y la falta de luz afectan negativamente en el estado de ánimo: «Cuando anochece antes, hay una mayor incidencia de trastornos depresivos. Sin llegar a ser un trastorno, el estado de ánimo baja, la gente se encuentra más desanimada, más apática o más perezosa. Por supuesto, somos seres diurnos y la oscuridad nos afecta y nos enlentece».
Cuando anochece antes, hay una mayor incidencia de trastornos depresivos
Por contra, con este cambio de hora amanecerá antes, lo que puede ayudarnos a empezar el día con más energía. Fernández afirma que estamos más activos, «lo que hace que nuestro rendimiento de trabajo pueda ser mayor desde primeras horas de la mañana».
A pesar de los inconvenientes físicos y mentales mencionados previamente, la doctora se postula a favor de este cambio horario. «Desde mi punto de vista, es más beneficioso. Es verdad que anochece antes, pero lo hace cuando nuestra actividad debería estar cambiando, otra cosa es que por motivos laborales aún las mantengamos», concluye.