Los tres productos que puedes comer aunque tengan moho

Tras la vuelta de las vacaciones abrir la despensa con la esperanza de encontrar algún alimento para salir de un aprieto antes de hacer la compra puede resultar todo un desafío. Al fondo del armario aparece una barra de embutido y los restos de un pan de molde, ambos presentan una pequeña capa de moho. Entonces, surge la duda ¿qué hago? ¿Quito la parte con moho y me como el resto? ¿Los tiro?

La respuesta no será la misma para ambos casos. En el primero los expertos afirman que se puede comer siempre que se retire la parte afectada mientras que el pan está destinado a la basura. ¿Por qué? El moho es un tipo de hongo que aparece en los alimentos cuando se están descomponiendo. Expertos de la Clínica Médica Dinan explican que la variedad Penicillium digitatum en la fruta o la Rhizopus stolonifer en el pan, aparecen con sus características esporas verdeazuladas, blancas o grisáceas en la superficie de distintos tipos de alimentos. Estas especies crecen a temperaturas de 20 grados centígrados y elevada humedad. Pueden aparecer en la materia tanto vegetal como animal –en fruta, verdura, pan húmedo, quesos y mermeladas abiertas– y sus esporas se pueden transportar por el aire, el agua o los insectos.

Cuando aparece el moho todo el alimento está contaminado, ya no existe parte buena y parte mala. Bajo las capas de la superficie hay toda una red de raíces que se extienden y contaminan todo el producto. Cortar la parte limpia al igual que someter al alimento a altas temperaturas, no garantiza que las micotoxinas desparezcan.

Qué sí se puede comer

Así que, como norma general, la recomendación es que cuando se vea la parte 'peluda' significa que los hongos ya se han extendido por el interior del producto. Antes de consumir el alimento se aconseja desecharlo y no poner en riesgo la salud. Sin embargo, la OCU habla de tres casos en los que sí es seguro cortar el trozo afectado y salvar el resto.

1. En el jamón, la cecina o el salchichón, es normal que aparezca algo de moho si tardan en consumirse. Raspa el moho y toma el resto.
2. Los quesos duros, es decir, aquellos que tienen poca humedad, como el manchego, el emmental o el gouda, se pueden comer después de quitar con un cuchillo toda la parte que rodea el moho, con una propina de 2 centímetros alrededor y por debajo de la zona afectada.
3. Los vegetales de carne firme, como la zanahoria, el pimiento o el repollo, se pueden comer tras quitar con un cuchillo toda la zona alrededor del moho, incluido el mismo margen de seguridad de 2 centímetros alrededor y por debajo.