El estrés cambia la forma en que el cerebro recupera los recuerdos
El estrés cambia el modo en que nuestro cerebro codifica y recupera recuerdos aversivos
Alo largo de la vida es inevitable que se produzcan situaciones que se recuerden con cierto bochorno. Ya sea un tropezón durante una importante presentación o un comentario desafortunado que nos acompañará el resto de la vida. Situaciones que pueden hacernos sentir estresados la próxima vez que haya que enfrentarse a una circunstancia similar ya que el cerebro lo asociará con esa experiencia negativa y desagradable.
Sin embargo, el estrés provocado por un suceso traumático, como la violencia o el trastorno de ansiedad generalizada, puede extenderse mucho más allá del suceso original, lo que se conoce como generalización de la memoria aversiva inducida por estrés. Los expertos explican que, por ejemplo, al escuchar unos inofensivos fuegos artificiales se pueden desencadenar recuerdos aterradores como la explosión de una bomba. Ambos sucesos, que aparentemente no tienen nada que ver, pueden provocar estrés postraumático y tener graves consecuencias.
Ahora, investigadores del Hospital para Niños Enfermos (SickKids) han descubierto que el estrés cambia el modo en que nuestro cerebro codifica y recupera recuerdos aversivos, y han descubierto una nueva forma prometedora de restaurar la especificidad adecuada de la memoria en personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT).
En un estudio, publicado en Cell, los doctores Sheena Josselyn y Paul Frankland, científicos superiores del programa de Neurociencias y Salud Mental, identifican los procesos biológicos detrás de la generalización de la memoria aversiva inducida por el estrés y destacan una intervención que podría ayudar a restaurar la especificidad de la memoria adecuada para las personas con TEPT.
Josselyn, titular de una Cátedra de Investigación de Canadá sobre la base de los circuitos de la memoria explica: «Un poco de estrés es bueno, es lo que te hace levantarte por la mañana cuando suena el despertador, pero demasiado estrés puede ser debilitante» y añade: «Sabemos que las personas con TEPT muestran respuestas de miedo ante situaciones o entornos seguros, y hemos encontrado una forma de limitar esta respuesta de miedo a situaciones específicas y reducir potencialmente los efectos nocivos del TEPT».
Junto con su colega, el Dr. Matthew Hill, del Instituto Cerebral Hotchkiss de la Universidad de Calgary , el equipo de investigación pudo bloquear los receptores endocannabinoides en las interneuronas y limitar la generalización de la memoria aversiva inducida por el estrés al recuerdo específico y apropiado.
Sistema endocannabinoide
El sistema endocannabinoide mejora la formación de la memoria y ayuda a vincular las experiencias vividas con resultados conductuales específicos. En la amígdala, el centro de procesamiento emocional del cerebro, ciertas interneuronas «guardianas» tienen receptores especiales para endocannabinoides y ayudan a limitar el tamaño del engrama y la especificidad del recuerdo. Pero, cuando se liberan demasiados endocannabinoides, la función de las interneuronas «guardianas» se altera, lo que provoca un aumento del tamaño del engrama.
«Los receptores endocannabinoides funcionan como una cuerda de terciopelo en un club exclusivo. Cuando el estrés induce la liberación de demasiados endocannabinoides, la cuerda de terciopelo se cae, lo que provoca la formación de recuerdos aversivos y temerosos más generalizados», explica Josselyn. «Si bloqueamos estos receptores endocannabinoides solo en estas interneuronas específicas, podríamos prevenir esencialmente uno de los síntomas más debilitantes del TEPT», afirma el expertos.