Los peligros de tomar pregabalina durante el embarazo
La pregabalina es un medicamento utilizado comúnmente para el tratamiento del dolor neuropático, la epilepsia y la ansiedad
Los medicamentos que pueden administrarse durante el embarazo siempre han estado muy limitados debido a que no suelen hacerse ensayos clínicos en gestantes por motivos de seguridad. Ahora, la Agencia del Medicamento de Reino Unido ha advertido de un ligero aumento de anomalías congénitas mayores en bebés de mujeres que durante el embarazo habían tomado pregabalina.
La pregabalina es un antiepiléptico que se comercializa bajo la marca Lyrica, además de marcas genéricas como Pregabalina Kern Pharma, Mylan, Sandoz, Stada, Tecnigen, Tillomed, Teva, Tarbis, Tad, Sun, Ratiopharm y Qualigen, entre otras. Suele emplearse para tratar el dolor neuroático, la epilepsia y el trastorno de ansiedad generalizada.
A pesar de que en el prospecto de este medicamento siempre ha aparecido la frase «No existen datos suficientes sobre la utilización de pregabalina en mujeres embarazadas» y «no debe utilizarse durante el embarazo excepto si fuese claramente necesario, es decir, si el beneficio para la madre superara claramente el riesgo potencial para el feto», recientemente la Agencia de Medicamentos de Reino Unido se ha hecho eco de los resultados de un estudio realizado en Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia sobre más de 2.700 mujeres embarazadas que estaban bajo tratamiento con pregabalina.
Los resultados del estudio muestran que el uso de este medicamento durante el primer trimestre del embarazo está asociado con un ligero aumento del riesgo de malformaciones congénitas mayores (a nivel del sistema nervioso, los ojos, la cara, el sistema urinario y los genitales).
Según el estudio, de cada 100 nacimientos, en mujeres que tomaron pregabalina durante el primer trimestre, 6 bebés presentaron anomalías físicas, mientras que en mujeres que no tomaban antiepilépticos el porcentaje era de 4 de cada 100.
Con todo, se recomienda no usar pregabalina durante el embarazo a no ser que se considere claramente necesario para la madre y solo si el beneficio para la mujer es claramente superior al posible riesgo del feto.