Joe Biden y los demócratas alientan una jornada de protestas abortistas en Estados Unidos
La filtración de un borrador del Tribunal Supremo que permitiría a los estados aprobar una legislación provida se convierte en una batalla política
El Tribunal Supremo de Estados Unidos podría tumbar la sentencia «Roe vs Wade» que consagra el aborto como un derecho constitucional en el país y permite acabar con la vida de cualquier bebé más allá de la semana 20 de gestación. Si los jueces corroborasen el borrador que se filtró a la prensa, algo que jamás había ocurrido, los diferentes estados podrán aprobar leyes que restringen la interrupción del embarazo, como ya han hecho Texas y Oklahoma.
La filtración del texto sobre el que trabaja el Tribunal Supremo ha cumplido con su objetivo y ha sacado a la calle a los partidarios del aborto. El mismísimo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró en un comunicado que «el derecho de la mujer a elegir es fundamental». Así, cientos de personas han salido a la calle en todo el país protagonizando protestas alentadas por otros líderes demócratas como Hilary Clinton, que pidió a los manifestantes «canalizar la rabia hacia la acción».
La posible decisión del Supremo ha sido celebrada por los colectivos provida del país, como Family Research Council, que recuerdan que más del 70 % de los ciudadanos norteamericanos están a favor de limitar el acceso al aborto.
Leyes provida y abortistas
Al calor de la filtración del documento del Tribunal Supremo, calificado de «traición» por su presidente, John Roberts, se han producido decisiones políticas en distintos estados. El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt ha firmado la ley que prohíbe el aborto después de la sexta semana de gestación. Con la legislación del «latido del corazón», que sigue a la aplicada en Texas, Stitt pretende convertir a su Estado en el «más provida» del país.
En sentido totalmente opuesto, el gobernador de California, Gavin Newsom ha prometido blindar el derecho al aborto en este Estado. El político demócrata habla de convertir esta zona de Estados Unidos en un «santuario» para las mujeres que no puedan ejercer su «derecho» en otros estados. Precisamente en la ciudad de Los Ángeles se han producido las protestas más violentas de la jornada, con ataques a la policía por parte de grupos radicales en favor del aborto.