Borja Escalona: el último incendio de los que hacen dinero a golpe de polémica

Algunos youtubers han llevado el eslogan «no existe la mala publicidad» al extremo. Alcanzar la ansiada viralidad se ha convertido, paradójicamente en tiempos de pandemias, en un modo de vida para muchas de las personas que viven de las redes sociales. El último caso, el de Borja Escalona y las empanadillas de Vigo, sirve de ejemplo de otros tantos 'youtubers' que fomentan la polémica como estrategia de marketing porque saben que les da rédito económico.

No solo hablamos de comida gratis o estancias de hotel, que se han convertido ya en moneda a cambio de promociones efímeras de 24 horas. Borja Escalona y los youtubers de su rango se sirven de ser polémicos, maleducados, insistentes o provocadores para generar situaciones que, en cámara, puedan parecer graciosas. Aunque sus últimos vídeos se centran en comer gratis –echándole más cara que espalda– o en colarse en sitios sin pagar, el incidente de la empanadilla en Vigo no es el primero que llega a los medios de comunicación. De hecho, no es ni el más grave que ha protagonizado Escalona.

El año pasado, Escalona llegó a ser detenido después de arrojar una maquinilla de afeitar a una mujer en la Puerta del Sol de Madrid. Según un vídeo que subió él mismo, el episodio sucedió así: Escalona sale a grabar un vídeo en el que intenta convencer a viandantes de raparles el pelo. Lleva una maquinilla para tal fin. Insistente, le aborda a un joven que, como era de esperar, rechaza el ofrecimiento. Tras perseguirle por la calle insistiendo, el joven le da un manotazo a la maquinilla y la rompe. Escalona le increpa y le sigue reclamando que se la pague hasta que, en un violento arranque, se la arroja al joven. Pero su puntería falla y le da a una mujer que comienza a gritar escandalosamente. La Policía detiene a Escalona y le llevan al calabozo. Sale y publica un vídeo en el que critica el procedimiento de los agentes. Un joven acosado en la calle, una mujer agredida y él publicó dos vídeos que al convertirse en virales le granjearon más seguidores.

A raíz de la polémica veraniega de Escalona, mucha gente ha recordado en redes el caso de Mr GranBomba. Un joven que hizo carrera en Youtube gastando bromas de mal gusto a anónimos por la calle. El joven no era conocido hasta que, un día, durante una de esas bromas un malhumorado repartidor reaccionó mal a que le llamaran «caranchoa» y le dio un tortazo. Un tortazo que se convirtió en viral y se instaló en el imaginario de internet. El repartidor fue condenado por agresión a una multa de 30 euros y perdió un juicio contra el youtuber por injuria y, aunque nunca se llegó a confirmar, se especuló con que una conocida marca de gafas de sol pudo comprarle el canal.