Viruela del mono Un futuro incierto: «No podemos afirmar que podamos extinguir el virus a nivel mundial»
Debido al descenso de datos de los contagios por la viruela del mono, la OMS notificó que podría ser posible eliminar la transmisión entre humanos
El descenso de casos registrado en varios países europeos es un indicio de que el brote de viruela del mono puede estar retrocediendo en el continente, señaló el pasado martes la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que instó a aumentar los esfuerzos para eliminar la transmisión.
«Hay signos tempranos esperanzadores, como se ha evidenciado en Francia, Alemania, Portugal, España, Reino Unido y otros países, de que el brote se puede estar ralentizando», señaló en una rueda de prensa el director de OMS-Europa, Hans Kluge.
Kluge se mostró convencido de que es posible eliminar la transmisión entre humanos «si nos comprometemos a hacerlo y ponemos los recursos necesarios hacia ese fin». A pesar de esta declaración, el doctor en Microbiología por la Universidad CEU San Pablo, Pedro Antonio Jiménez Gómez, no lo ve del todo claro.
«Su expansión es mundial y el mundo es muy grande. Además, hay que tener en cuenta que hay muchos focos de población que están en situación de exclusión sanitaria, que de alguna forma tienen dificultad para acceder a los diagnósticos precoces, a los tratamientos efectivos y a la profilaxis efectiva, como por ejemplo la vacuna», explica el doctor.
Los virus tienen muchos comportamientos distintos. Una de las cosas que puede suceder para que no se erradique la viruela del mono es que puede haber reservorios, es decir, otros grupos de animales y/o espacios o elementos inertes que puedan mantener otros núcleos de seres vivos que puedan compartir el virus y así dar un nuevo salto a la especie humana.
Hay que tener en cuenta que aparte de esos reservorios, los virus tienen muchas manifestaciones distintas, por lo que «hasta que no haya una campaña masiva de vacunación no podemos afirmar que una enfermedad vaya a quedar extinta».
Solo se ha conseguido la erradicación de dos enfermedades infecciosa a lo largo de la historia de la humanidad, y ha sido precisamente la viruela humana y el SARS-CoV-1.
La viruela se conoce desde hace 5.000 años. En la antigua China la viruela humana producía una enfermedad sistémica, que se trasmitía por vías respiratorias y unas lesiones que eran vesiculosas y con apariencias como de costras, síntomas similares a los que presentan los contagiados por la viruela del mono.
Aunque no nos guste, la verdad es que la vacuna ha sido el elemento más importante de contención de las enfermedades
«Las personas de la antigua China se machacaban las costras y se les daban a inhalar a los niños para protegerlos de viruela. Era una forma muy precaria vacunar y eso dificultaba la transmisibilidad del virus y les protegía», apunta Pedro Antonio.
Además, destaca que de la viruela las personas mayores de 35 o 40 años están vacunadas y protegidas. Ahora ya no se inoculan las dosis contra este virus porque no hay casos de viruela en el mundo, por ello se considera que está erradicada. «La única enfermedad infecciosa que se ha conseguido erradicar mediante vacunas es la viruela humana y el único método para su erradicación ha sido la inoculación de dosis», y afirma que «aunque no nos guste, la verdad es que la vacuna ha sido el elemento más importante de contención de las enfermedades».
«Con el SARS-CoV-1 hemos visto que un primo hermano suyo –el coronavirus– ha tenido una mejor adaptación. Con lo cual podemos pensar que otros virus transitorios, entre el SARS-CoV-1 y el SARS-CoV-2, tuvieran también manifestaciones o tuvieran episodios, aunque nosotros no los hayamos detectado», concluye el doctor en Microbiología del CEU.