Las vacunas ayudan a reducir el riesgo de hospitalización y muerte por la covid
Sociedad
El dilema entre la vacuna específica o la dosis de refuerzo de la covid mantiene en vilo a la OMS
Los expertos reconocen que no tienen «datos suficientes» para recomendar la vacuna contra ómicron antes que el refuerzo con la cepa original
El Grupo Consultivo Estratégico de Expertos en Inmunización de la Organización Mundial de la Salud (SAGE, por sus siglas en inglés) tras varios estudios, ha comunicado que los datos disponibles «no son suficientes» para que los organismos sanitarios de cada país estén recomendando de forma preferente a los ciudadanos la inoculación de la vacuna contra la variante ómicron en lugar de las dosis originales de recuerdo.
El informe se presentó el pasado martes después de unas reuniones comprendidas entre el tres y el seis de octubre. El grupo de expertos ha recordado que por el momento no se tienen datos sobre la eficacia en el mundo real de las nuevas vacunas.
«No tenemos datos del mundo real de si son eficaces o no por el momento, pero sabemos que son seguras y generan una respuesta inmunitaria que puede ayudar a controlar el problema», ha esgrimido el líder del SAGE, Alejandro Cravioto.
En la misma línea, el secretario ejecutivo del SAGE, Joachim Hombach, ha comentado a Europa Press que los datos certifican su «seguridad e inmunogenicidad», pero no su efectividad real. «Los datos inmunológicos apuntan que tiene un ligero o mejor rendimiento. Pero hasta que no sea cuantificable no podemos enfatizar su uso», ha resaltado.
Así, han determinado que «se pueden utilizar como refuerzos las vacunas monovalentes contra el virus o las vacunas bivalentes que contienen variantes», idealmente a los cuatro o seis meses después de recibir la última dosis.
Estamos muy detrás de lo que querríamos en vacunación contra la COVID-19Directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS
La directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, la doctora Kate O'Brien, ha apoyado la explicación de sus compañeros y ha insistido en que «la mayor parte del beneficio proviene de la administración, en particular, de la primera dosis de refuerzo, independientemente de que se trate de una vacuna monovalente o bivalente».
Al margen de las dosis de refuerzo, el SAGE ha añadido que la «máxima prioridad de salud pública» debe ser «lograr tasas elevadas y equitativas de vacunación en serie primaria con vacunas de cepas ancestrales», es decir, con las primeras dosis de las vacunas que la OMS recomendó y sacó a la luz en el año 2020. «Estamos muy detrás de lo que querríamos en vacunación contra la COVID-19 para finales de 2022», ha apostillado O'Brien.
