Los expertos desmontan los argumentos de la Ley Trans: «No hay evidencia científica sobre la hormonación cruzada»
El proyecto de Podemos no ha tenido en ningún momento en cuenta los efectos secundarios en los jóvenes
Ya ni el PSOE ve clara la Ley Trans. El pasado martes el grupo socialista votó a favor de ampliar el plazo de enmiendas hasta el 26 de octubre dejando de lado a Podemos y posicionándose en la misma línea que el PP y Vox. Este polémico proyecto permitirá que cualquier persona mayor de 16 años pueda cambiarse el nombre y el sexo en el DNI sin necesidad de que nadie se lo autorice. Es decir, únicamente por propia voluntad y sin la autorización de sus padres.
«Hay una falta de ciencia y una objeción de ciencia, porque no hay suficiente evidencia científica en la literatura que sostenga hacer estos tratamientos de hormonación cruzadas simplemente a bote de deseo, expresado en un momento dado por un adolescente, sin que se haga un diagnóstico de la causa que nosotros llamamos etiológico y sin que se haga un abordaje integral de toda la situación que lleva a un adolescente en cuestión de semanas a plantear que su cuerpo no es correcto y que desea un cambio de sexo», denuncia Luisa González, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid.
Es una ley que no ha tenido en cuenta los efectos secundarios que podrán sufrir los adolescentes: «Le estás dando hormonas, por ejemplo, femeninas, a un chico y hay muestras suficientes que demuestran que un porcentaje muy amplio solo llega a una transformación parcial y no llega a un objetivo terapéutico satisfactorio. Además, en el camino esa persona ha obtenido un montón de efectos secundarios, muchos de los cuales son irreversibles», aclara la doctora.
Según han detallado los expertos, no hay evidencia científica de un beneficio clínico de estos tratamientos. «Este tema de falta de datos científicos e irreversibilidad del tratamiento sin beneficio clínico, nos parece motivo suficiente como para ir más despacio y frenar esta ley».
Además, esta ley vulnera los derechos humanos de los niños. «Todos los niños del mundo tienen reconocidos como un derecho humano el derecho a un tratamiento integral de la salud, esto incluye la salud física y mental a un abordaje integral. Ahora mismo esto no se permite, no se permite llegar a un diagnóstico etiológico y abordar toda la parte psicológica que siempre está presente en todos estos jóvenes que manifiestan una confusión entre su sexo biológico, su identidad sexual percibida, su sentimiento de quién soy, su sexo biológico y su apetencia sexual», aclara la vicepresidenta del Colegio de Médicos.
Ahora hay una gran prisa por colocar una etiqueta cuanto antes
Según los psiquiatras, el adolescente que presenta este cuadro de confusión entre identidad sexual, sexo biológico y apetencia sexual entra en un estado de sufrimiento personal que es necesario abordar de una forma integral sin excluir ningún aspecto y yendo a la causa principal para poder intervenir mediante un tratamiento eficaz.
«Ahora hay una gran prisa por colocar una etiqueta cuanto antes, cuando lo que dicen los endocrinólogos pediátricos y los psiquiatras es que los jóvenes están en confusión y hay que acompañarles, investigar y hacer un abordaje desde todos los puntos de vista de su estado hormonal, para ver cuál es su sexo biológico y cuál es su situación psicológica en ese momento», critica González
Sustracción a las familias
En esta Ley trans, al igual que en la Ley del aborto propuesta por el mismo Ministerio, la familia o los progenitores de los adolescentes pasan a un segundo plano. «Desde un punto de vista familiar considero que esta ley entra en contradicción con el deber y el derecho de las familias a cuidar de sus hijos, asumiendo el Estado la responsabilidad de unos tratamientos que no están científicamente probados y apartando el cuidado familiar de la aplicación de los mismos», aclara la doctora y vicepresidenta.
Cuando desde los gobiernos se toman decisiones médicas, lo más probable es que se confundan
Una de las consecuencias más graves y de la que apenas se habla es de cómo la ley afecta a la patria potestad, ya que el deber de los padres es cuidar de los hijos y ofrecerles una educación: «Yo tengo la obligación de cuidar de mis hijos. Si van a recibir un tratamiento que puede no estar científicamente demostrado ante una patología que no puede ser completamente explorada y que aparece de forma rápida y de forma acelerada como madre, creo que debo proteger a mi hijo».
Montero cada vez ahonda más en la rama sanitaria-científica sin ninguna base sólida. «Cuando desde los gobiernos se toman decisiones médicas, lo más probable es que se confundan. Cuando desde un Ministerio se le dice a un adolescente 'no pasa nada, tú puedes sentir lo que quieras y según lo que sientas te podemos tratar para que tus deseos se conviertan en una realidad', es una barbaridad», declara la experta, y añade que «no deja de ser un deseo rápidamente instaurado que puede tener una base real o no. Además, puede haber factores de contagio social que estén influyendo. Y cuando esto se promueve desde los gobiernos, pues es un sin sentido que no tiene ninguna base científica».