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El grupo de los menores de 15 años es el que más preocupa

El grupo de los menores de 15 años es el que más preocupaFreepick

El suceso de las gemelas de 12 años pone sobre la mesa el aumento de casos de suicidio infantil

Los padres que no detectan la mente suicida de sus hijos es porque nunca han generado un ambiente de encuentro o de confianza

El pasado 21 de febrero en Barcelona, dos hermanas de 12 años decidieron precipitarse al vacío desde un tercer piso y quitarse la vida. Una de las gemelas falleció, la otra se encuentra muy grave en el hospital. Según la hipótesis de los Mossos d'Esquadra, sufrían bullying constante en el colegio. Un día después del suceso, localizaron en el interior de la vivienda dos cartas, por lo que podría confirmarse el intento de suicidio.

Esta es, precisamente, una de las principales causas de muerte no natural en los jóvenes y niños. De hecho, el grupo que más preocupa a los expertos es el de menores de 15 años, el cual ha aumentado en un 100 % el último año.

Los problemas de salud mental en los más jóvenes comenzaron con la pandemia. Desde el año 2021, el número de niños que acuden a consulta psicológica es mayor que en los anteriores. Los expertos, ante este gran incremento, decidieron alertar de los índices de depresión y ansiedad.

Los niños, cuando tienen depresión, no muestran los mismos síntomas que los adultos. Los mayores presentan su malestar mediante lloros, pocas ganas de levantarse de la cama o poseen una actitud negativa de la vida. En cambio, los más pequeños se enfadan y demuestran su frustración mediante violencia, insultos o empujones. Según detalla el profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo, Fernando Miralles, primero viene la ansiedad y por cúmulo llega la depresión.

El caso de las gemelas de 12 años es muy poco común, ya que pocas veces dos personas deciden quitarse la vida juntas. Esto se debe a las neuronas espejo, aquellas que permiten entender la mente de los demás. Si un menor de edad decide suicidarse y recurre a las redes sociales o a internet encontrará lo que nadie quiere, otros jóvenes que justifican el suicidio como método para resolver todos los problemas.

Es importante el apoyo familiar

Las dos hermanas de Sallent (Barcelona) recibían apoyo psicológico en su centro educativo y seguimiento especial por parte de una coordinadora debido a la situación familiar que tenían en casa. Para saber por qué un niño o adolescente empieza a tener problemas de salud mental es primordial analizar el ambiente familiar en el que se desarrolla.

En un primer lugar, apunta Elena Arderius, psicóloga y directora del Centro de Acompañamiento a la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria, los niños y adolescentes deben sentirse queridos y escuchados, en un ambiente sin prejuicios. Tienen que sentir que pueden contar con sus padres de manera incondicional.

Los padres muchas veces no son capaces de detectar el malestar de su hijo porque hay adolescentes a los que les cuesta identificar emociones, expresarlas y sentirse legitimados en ellas. Por ello, «es muy difícil entenderles y saber por el vacío por el que están pasando. Es fundamental que haya espacios de comunicación y confianza en la familia», explica la profesional.

Por otro lado, el director de Programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, ha asegurado en una entrevista a Europa Press que en el caso de los niños mayores de 10 años, estos problemas están asociados al maltrato físico intrafamiliar, el maltrato psicológico, el acoso escolar, las agresiones sexuales o la violencia de género.

El 28 % de menores se autolesiona

La epidemia de la salud mental es una realidad. El 28 % de los jóvenes ha decidido alguna vez acabar con su vida en 2022, tras la pandemia por coronavirus. Cuando el confinamiento finalizó y los niños regresaron a las aulas, los expertos alertaron de un incremento desmesurado de autolesiones, un 246,2 % respecto al año anterior.

Las causas de estas autolesiones no siempre son por el mismo motivo, este puede ser multifactorial. Según la psicóloga de Psicólogos Pozuelo, Carola Ángela Ardiaca, hay veces que los más pequeños se hacen daño a sí mismos para castigarse por «un enfado con ellos mismos» o una situación de frustración. Otras veces, simplemente lo hacen para llamar la atención y demostrar que algo no va bien.

La Fundación ANAR atendió de 2020 a 2022 un 145 % más de llamadas de menores con ideas o intentos de suicidio, y un 180 % más de autolesiones con respecto a los dos años previos. Según los últimos datos, esta fundación consiguió salvar a 9.637 niños y adolescentes en los últimos diez años, de los cuales 3.097 les llamaron habiendo iniciado ya el intento de suicidio.

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