Francia alerta sobre el Ozempic, el fármaco para la diabetes que adelgaza

Desde finales de año del pasado 2022 es difícil encontrar Ozempic en las farmacias españolas. Este medicamento, indicado para el tratamiento de personas con diabetes tipo 2, está siendo utilizado en todo el mundo por algunos influencers por su efecto adelgazante y no son pocas las personas que han decidido imitarlas para perder peso.

Este fármaco posee un efecto saciante que hace que desaparezca la sensación de hambre. De este modo, se come menos cantidad y, a la larga, se pierde peso sin demasiado esfuerzo.

Su ingesta solo se recomienda para las personas que realmente lo necesitan y los expertos insisten en que es un medicamento bajo prescripción. Tomarlo sin supervisión médica puede acarrear consecuencias.

Alertas en distintos países

España ya alertó del excesivo consumo de esta sustancia y ahora Francia sigue su camino. Las autoridades sanitarias francesas lanzaron el pasado miércoles, 1 de marzo, una advertencia sobre el uso indebido de Ozempic a través de la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento (ANSM) y la Seguridad Social.

En el comunicado de estos organismos se subraya que Ozempic «debe recetarse únicamente para la diabetes de tipo 2 insuficientemente controlada». El uso indebido del fármaco afecta a la disponibilidad para los pacientes que realmente lo necesitan y «puede causar o acentuar tensiones en el aprovisionamiento privándoles de este tratamiento esencial».

Efectos secundarios

Al igual que ocurre con todos los medicamentos, este fármaco no es inocuo. Puede producir ciertos efectos adversos que pueden llegar a ser potencialmente graves, como problemas gastrointestinales, pancreatitis o hipoglucemias.

Desde el 1 de octubre de 2021 hasta el 30 de septiembre de 2022 recibieron una receta de Ozempic 215.0000 pacientes, pero 2.185 de ellos no eran diabéticos. Es decir, en torno al 1% de las recetas se asocian a un uso indebido del fármaco.

Las autoridades sanitarias francesas aseguran que van a continuar evaluando si serán necesarias medidas complementarias, más allá de las advertencias al público, a los médicos y a los farmacéuticos, a los que se pide que declaren las recetas sospechosas, que no administren el medicamento y que se pongan en contacto con el facultativo que las firma.