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Un activista trans sujeta una pancarta en la que se puede leer "dejadnos vivir"

Un activista trans sujeta una pancarta en la que se puede leer «dejadnos vivir»AFP

Misuri se suma a los estados que recelan de las leyes trans y comienza a limitar las intervenciones

Las normas anunciadas por el fiscal general, que entrarán en vigor a finales de mes, se toman para proteger a los menores de los procedimientos «dañinos» para su salud

La polémica trans se extiende a prácticamente todos los países europeos y occidentales. La liberalización en muchos de estos territorios a la hora de cambiarse de género están provocando efectos indeseados. Escocia ha sido el más sonado en los últimos meses, al ingresar un hombre acusado de violación en una cárcel femenina alegando que ahora era una mujer, algo que le terminó costando el puesto a su ministra principal, Nicola Sturgeon.

Por ello, son varias las naciones que están dando marcha atrás y corrigiendo sus leyes transgénero para evitar este tipo de situaciones, así como para proteger a los menores que, en ocasiones, se someten a cirugías irreversibles a edades muy tempranas.

Algunos ejemplos son Reino Unido, Francia, Suecia, Noruega y Finlandia. Todos ellos están arrepintiéndose de lo que legislaron y han rectificado en la hormonación de menores. Recomiendan ahora cautela extrema y acompañamiento psicológico, algo que en España –debido a la ley promovida por Irene Montero– ya no es necesario.

En Estados Unidos, la situación es similar. Ya son varios estados los que han tomado algún tipo de medida para revertir las tendencias y evitar que los menores tomen ese tipo de decisiones sin supervisión médica o paterna. Kansas, con casi tres millones de habitantes, se convirtió en el primer estado en aprobar un proyecto de ley que define a la mujer como «alguien» que ha nacido «biológicamente de sexo femenino». Con esta norma pretenden prohibir la entrada de las personas transgénero a lugares públicos como baños o vestuarios.

De igual forma, Tennessee aprobó un proyecto de ley para prohibir las operaciones de cambio de género y los fármacos en menores de edad y Carolina del Sur ha limitado a los transgénero la práctica de deportes femeninos en universidades públicas para «proteger» así a los hombres, las mujeres y los niños.

Misuri tampoco acepta la ideología

El último estado norteamericano en sumarse a estas restricciones es Misuri, que cuenta con algo más de seis millones de habitantes y está situado en el Medio Oeste. Su fiscal general, Andrew Bailey, anunció esta semana una serie de medidas que limitan la atención de afirmación de género para las personas transgénero y que entrarán en vigor el próximo 27 de abril.

Según Bailey, este tipo de normas se llevan a cabo para proteger a los menores de «procedimientos médicos dañinos». Por ello, se prohíbe que los sanitarios ofrezcan intervenciones médicas de transición de género –esto incluye tanto cirugía como terapia hormonal– a menos que el paciente muestre una documentación que atestigüe que sufre disforia de género desde hace al menos tres años.

Pero existen más requisitos: para someterse a una intervención o a un tratamiento, la persona deberá haber recibido al menos 15 horas de terapia y haber resuelto cualquier tipo de problema de salud mental existente.

Tal y como argumenta, estas decisiones se han tomado después de que se haya producido un aumento intenso en el uso de este tipo de intervenciones y se hayan notado los efectos secundarios severos que genera. De igual manera, cree que este tipo de operaciones se han desarrollado en circunstancias en las que no hay un respaldo claro de pruebas sólidas.

Estas medidas, aunque impopulares entre los activistas LGTBI, cuentan con el respaldo de las principales asociaciones médicas profesionales. Los estudios muestran que la atención de afirmación de género se correlaciona con menores riesgos de pensamientos suicidas y depresión.

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