Reino Unido prohíbe los collares de descarga eléctrica para perros: ¿se pueden usar en España?

Mucho hemos hablado en España de las prohibiciones, limitaciones y novedades que va a traer consigo la polémica ley de bienestar animal, que fue aprobada el pasado mes de marzo tras un largo enfrentamiento entre los propios miembros del Gobierno.

El objetivo de la norma, según sus redactores, es implementar mecanismos legales con el fin de «fomentar la protección animal y prevenir el alto grado de abandono de animales en nuestro país». Pero en otros lugares también se están tomando medidas para mejorar ese bienestar. Es el caso de Reino Unido, donde se ha aprobado una legislación que prohibirá el uso de collares de descargas eléctricas.

Esta novedad, que entrará en vigor el próximo 1 de febrero, se ha llevado a cabo después de que diferentes organizaciones en defensa de la protección animal hayan impulsado una campaña llamada #BanShockCollars. Este tipo de collares envían una descarga eléctrica al cuello del can cuando el dueño pulsa un botón de un mando que funciona en un radio de más de tres kilómetros.

Tal y como expresan los informes realizados en Reino Unido, uno de cada 20 dueños usa este tipo de artículos, por lo que esta medida afectará a cerca de medio millón de perros en aquel país. Esta práctica ha sido señalada por muchos expertos como perjudicial para los animales.

Un estudio de la Universidad de Lincoln suscribe esta tesis y afirma que estos collares de descargas eléctricas comprometen el bienestar de los perros, «incluso cuando los usan entrenadores profesionales» y, además, no son más efectivos en el entrenamiento que los métodos de refuerzo positivo.

¿En España están permitidos?

Basta con realizar una búsqueda en Google o en cualquier tienda online, como Amazon, para comprobar lo fácil que es adquirir uno de esto collares que produce descargas eléctricas. Los encontramos por menos de 30 euros, al igual que otros como los de impulso o los de ahogo, que también se encuentran entre la amplia gama de objetos a la venta.

Pues bien, la utilización de este tipo de collares estará prohibida en cuanto entre en vigor de la ley de bienestar animal, que será a partir del 29 de septiembre. Así se recoge en el artículo 27 de la citada norma, donde se especifican las prohibiciones específicas respecto de los animales de compañía:

De tener uno de estos tipos de collar y continuar usándolo tras entrar en vigor del texto, el sujeto en cuestión se vería expuesto a una multa de una cuantía relevante. Se consideraría una infracción grave, por lo que estaría penada con multas de 10.001 a 50.000 euros.