Más de 300.000 firmas para que la UE no legisle contra la caza
Se prolongará hasta el 6 de junio y tiene por objeto «instar a las principales instituciones europeas» a trabajar con los cazadores «en favor de la conservación de la naturaleza y del futuro» del sector cinegético
La Federación Europea de Caza y Conservación (FACE), el órgano de representación cinegética más grande del mundo y que aglutina a todas las asociaciones del continente, ha recopilado 313.326 firmas (según el recuento en tiempo real de ayer al mediodía) para pedir a la UE que no impulse nuevas legislaciones contra la caza, una actividad que la FACE considera «amenazada».
La campaña se prolongará hasta el próximo 6 de junio y los cazadores aseguran que el objeto de la misma es «instar a las principales instituciones europeas de toma de decisiones a que trabajen con nosotros a favor de la conservación de la naturaleza y del futuro de la caza». La iniciativa, dicen, «quiere ser una respuesta a los numerosos problemas que emanan de Bruselas». Con ella pretenden «destacar y resolver estos problemas» y «alejarse de la tendencia que culpa la caza para presentar otra donde se reconoce su valor para la biodiversidad y la unión de las culturas en toda Europa».
A tales efectos, la FACE adjunta una petición de nueve puntos que expone textualmente de la siguiente forma:
- Una Europa rica en biodiversidad para todos.
- La política sobre la naturaleza debe fomentar el trabajo de conservación de los cazadores, incluso en las zonas protegidas.
- Una nueva reglamentación sobre la restauración de la naturaleza para que ofrezca ecosistemas y hábitats para la caza menor, en particular en las zonas húmedas y las tierras agrícolas.
- Un enfoque de la caza que sea más objetivo y que se fundamente más en los datos, incluso para las prácticas de caza tradicionales.
- Que las poblaciones de grandes carnívoros sean referenciadas conforme a su estado de conservación en virtud de la Directiva Hábitats.
- Que se reconozca a los cazadores como parte de la solución para la naturaleza y no como el problema.
- Unas leyes objetivas, justas y comprensibles para los cazadores.
- Respeto por el patrimonio cultural de los cazadores porque es esencial para el futuro de una Europa diversa.
- Que Bruselas aborde este programa a escala internacional, porque la UE tiene una fuerte influencia a nivel mundial.
Toma de decisiones
Según la FACE, el «80 % de las leyes que afectan a la caza y la conservación se deciden en Bruselas», lo cual repercute en que «la caza de aves, el hábitat para las especies cinegéticas, la gestión de los grandes carnívoros, la cultura de la caza en Europa y las medidas que adoptamos para conservar la naturaleza están en peligro como consecuencia de las decisiones políticas» que allí se adoptan.
Estas decisiones, apuntan, tienen que ver con el hecho de que «se están restringiendo innecesariamente importantes prácticas de caza» y «se está presionando para suspender la gestión de los grandes carnívoros por parte de los cazadores en algunos países, incluso cuando los cazadores han sido clave para la recuperación de las poblaciones como el caso de la tórtola». «Si nos impiden su gestión, el resto de Europa y los grandes carnívoros se verán perjudicados», aseguran.
Otra manifestación del sector cinegético
Los cazadores no sueltan la presa y piden desde Logroño que no se castre a los perros de caza
La FACE lamenta que se presente a la caza «como una de las principales amenazas para la naturaleza, a pesar de las claras evidencias y pruebas científicas de lo contrario», y dicen que «algunos responsables políticos han llegado a proponer que se ponga fin a la caza (y a la pesca) en el 10 % del territorio de la UE», un ejemplo de lo que describen como «una agenda activa para acabar con la mayoría de las prácticas tradicionales regionales de caza en toda Europa».
En ese sentido, los impulsores de la campaña ponen como ejemplo un caso ocurrido en España y Francia, países a los que la Comisión Europea (CE) «abrió un procedimiento de infracción por la caza de la tórtola que se niega a cerrar». Pese a que la CE prohibió la captura de esta especie, la FACE recalca que «las poblaciones se encuentran en estado estable y España cumple todos los requisitos exigidos por la normativa europea en el ámbito de la gestión adaptativa».
En ese contexto, los cazadores se reivindican como figura clave para la preservación de la fauna y un colectivo que «devuelve más a la naturaleza que lo que recoge de la misma». «Los cazadores conocen de primera mano la gran importancia de la biodiversidad y saben cuánto de la misma se ha perdido en los últimos decenios. El fuerte llamamiento a la conservación de la naturaleza es un elemento central en la política de la FACE, para prevenir consecuencias graves para la fauna silvestre, la sociedad y el clima. Las consecuencias directas de la pérdida de biodiversidad para los cazadores incluyen el colapso de las poblaciones de caza menor silvestre y el aumento de los problemas de salud animal. La UE dispone de una legislación importante para la conservación de la naturaleza, pero se requiere una mejor implementación para dar incentivos a las comunidades locales».
«Los cazadores lideran los esfuerzos para recuperar especies sedentarias (urogallo, perdiz...), así como aves acuáticas migratorias y terrestres como la tórtola», sostienen.
Formada por asociaciones nacionales de caza de 37 países europeos, entre los 27 de la UE y siete miembros asociados, la FACE lanzó la campaña el 27 de mayo del año pasado y tiene previsto entregar las firmas al comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, cuando concluya el plazo límite fijado para suscribirla.