Varios científicos confirman que los fetos sienten dolor a partir de las 12 semanas
La actual ley del aborto de España permite a las mujeres abortar hasta la semana 22 de embarazo
Aunque se diga lo contrario, se ha demostrado que los fetos sienten dolor. De hecho, es una característica humana universal que todos hemos padecido estando en el vientre materno. Una «experiencia sensitiva desagradable» si pensamos en la actual ley del aborto impulsada por Irene Montero, que permite que las mujeres maten a sus bebés aún no nacidos hasta la semana 22.
Pero, ¿por qué ocurre esto en los seres humanos que aún se están desarrollando en el útero de las madres? En un artículo publicado en la revista científica Jorunal of Medical Ethics, el neurocientífico Stuart Derbyshire y el doctor John C. Bockmann reconocieron que gracias al avance de la ciencia, «aunque algunos miraran para otro lado», se demostró que el feto puede sentir dolor entre las 12 y 18 semanas.
Al hilo de la investigación, la doctora Katrina Furth, académica asociada al Instituto Lozier, que estudia los avances científicos del desarrollo humano, descubrió varias novedades que parecen estar ocultas y no se informan cuando una madre quiere acabar con la vida de su bebé.
Tal y como demostró la doctora en sus estudios, a las 15 semanas de embarazo todos los órganos principales del bebé ya han crecido, por lo que la mayoría son funcionales. Esto quiere decir, según apunta el instituto, que el corazón bombea 26 litros de sangre al día; los intestinos ya han comenzado las contracciones que impulsan los alimentos a través del sistema digestivo y los riñones ya filtran las toxinas.
Además, con las mismas semanas de vida el corazón del feto ya ha bombeado casi 16 millones de veces, puesto que el órgano vital comienza a funcionar en la semana seis. En total, el corazón de un bebé late unas 54 millones de veces entre la fecundación y el nacimiento.
Por último, la doctora afirmó que a los tres meses y medio el cuerpo del bebé ya responde al tacto y al dolor. Es decir, si toca algo con las manos comenzará a doblarlas. Igualmente, la formación de los nervios espinales necesarios para transmitir el dolor al tálamo estará completamente formada.
La polémica del aborto y el dolor
Los neurocientíficos Derbyshire y Bockmann anotaron en el estudio que poseen «puntos de vista divergentes sobre el aborto», puesto que uno considera que el aborto «es una necesidad ética para que las mujeres sean autónomas» y el otro considera que la controvertida práctica «es éticamente incompatible con una buena práctica médica».
Sin embargo, concluyen, los dos coinciden en que los distintos puntos de vista sobre el aborto «no deben influir en el debate abierto y franco sobre la posibilidad del dolor fetal».