NEOS asegura que la gestación subrogada «es una industria global no regulada donde la gente compra, vende y envía óvulos»
Decenas de asociaciones han querido evidenciar las múltiples consecuencias derivadas de los vientres de alquiler y de la reproducción asistida
Vídeo | Charla sobre los conflictos éticos de los vientres de alquiler y la reproducción artificial
Neos, en colaboración con la Asamblea de Asociaciones por la Vida, la Libertad y la Dignidad, la Fundación +Vida y One of Us ha querido hacer un llamamiento a preservar los valores éticos que oscilan en torno a la gestación subrogada –popularmente conocida como vientres de alquiler– y la reproducción asistida –o artificial–, dos técnicas que siguen siendo bien vistas por gran parte de los gobiernos y que, a día de hoy, merece más que nunca una legislación destinada a cortar de raíz estas técnicas.
El coloquio comenzaba con la presencia de Jennifer Lahl, presidenta del Center for Bioethics & Culture Network, quien cargaba duramente no solo contra la práctica de los vientres de alquiler, sino contra los distintos gobiernos que han permitido que esta situación siga expandiéndose a pesar de los connotaciones éticas que conlleva.
«Vivimos en una industria global no regulada, en gran parte comercial, donde la gente compra, vende y envía óvulos. Es peligroso, es arriesgado», esgrimía Lahl, que no ha podido evitar compararse con la situación que atraviesa Estados Unidos. En palabras de Lahl, en el país estadounidense se está popularizando la subrogación de abuelas. Ya en 2016, una abuela daba a luz a su propia nieta a sus 54 años.
«Yo me convertí en abuela hace 2 meses. Podría haberme ofrecido a llevar a mi nieto a mi hija si ella no hubiera podido llevar el embarazo a término. Todo ese tipo de locura está sucediendo ahora», explicaba la presidenta, estupefacta porque se estén popularizando este tipo de comportamientos.
«La mejor solución sería abolirla pero es cierto que la gestación subrogada se hace por dinero. Vemos casos también vemos una mujer que ha dado vientre en alquiler para un miembro de su familia», expone. Este tipo de casos, aunque ha calificados como «altruistas», supone grandes consecuencias para el pequeño y para la madre.
Ruptura de conexión
Para ser más precisos, y tal como ha argumentado la presidenta del Center for Bioethics & Culture Network, una de las principales consecuencias que conlleva esta gestación subrogada es la «ruptura» de conexión entre la madre y el hijo. En palabras de Jennifer Lahl «hay muchas sensaciones y emociones que no pueden controlar». En estos casos «la conexión entre la madre y su hijo empieza en el útero, y esa conexión desaparece una vez que han entregado. Una vez que ha nacido ya no importa esta conexión con la madre».
La presidenta también ha querido sacar a relucir las grandes dificultades socioeconómicas que experimentan estas mujeres, que en la mayoría de casos proceden de países en el tercer mundo. Se trata, en palabras de Lahl, de mujeres que están explotadas y que se suele ver en países como México o Ucrania.
Sin embargo, en el caso de la gestación subrogada que tiene lugar en Estados Unidos, Lahl esgrime que «son personas que no tienen unos ingresos muy altos pero lo hacen en plena libertad, no están explotadas como en esos países que acabo de nombrar».
Finalmente, Lahl ha querido zanjar definitivamente la distinta gestión que han hecho los distintos gobiernos con respecto a la gestación subrogada. «No se trata de regularlos, se trata de prohibirlos. Es una industria en la que hay muchos intereses económicos y es importante que los gobiernos trabajen juntos», afirmaba la presidenta.
Reproducción asistida, una técnica de riesgo
Por su parte, Francisco Güell, investigador del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, ha analizado los conflictos éticos que competen a los vientres de alquiler y, más concretamente, a la reproducción artificial. Para ser más exactos, el investigador ha querido poner de manifiesto los peligros derivados de este tipo de técnicas y cómo puede repercutir negativamente en los recién nacidos, que experimentan un mayor número de enfermedades.
A través de la exposición de distintos estudios, Güell ha argumentado que aquellos niños nacidos a través de la reproducción asistida tienen «un 220 % más de riesgos que aquellos concebidos naturalmente». Y es que aunque a lo largo de la sociedad no se vislumbra excesivamente, aquellos niños nacidos a través de esta técnica tienen más riesgo de padecer enfermedades como el asma a sufrir distintas enfermedades cromosómicas.
Las distintas asociaciones han demandado que desde las asociaciones médicas se ponga en conocimiento de las parejas todas estas posibles consecuencias derivadas de esta práctica. Más teniendo en cuenta los datos desgranados de los distintos estudios, que también elevan a un 30-40 % los riesgos derivados de la reproducción asistida. Por ello, la principal demanda es poner en conocimiento de los futuros padres todos estos datos.
Bruselas mueve ficha para derogar los vientres de alquiler
Un análisis ahora más necesario que nunca, justo cuando el pleno del Parlamento Europeo ha dado un gran paso para tipificar como delitos de trata de seres humanos el matrimonio forzado, la adopción ilegal y la gestación subrogada «con fines de explotación», es decir, cuando la mujer sea coaccionada o engañada para gestar.
La reforma, adoptada por 563 votos a favor, 7 en contra y 17 abstenciones por el pleno reunido en Estrasburgo (Francia), necesita aún el visto bueno formal de los Veintisiete, suponiendo así un avance con respecto a establecer como delito la gestación subrogada.