Se forma la tormenta tropical Beryl que puede llegar a ser el primer huracán de 2024

En la cuenca atlántica, la temporada de huracanes de 2024 ha comenzado con la formación de la segunda tormenta tropical al este de Barbados, marcando un inicio activo que ha captado la atención de los meteorólogos y residentes de las áreas potencialmente afectadas. Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami, Florida, esta tormenta tropical se desplaza actualmente hacia el oeste a una velocidad de 30 kilómetros por hora (18 millas), con vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora (40 millas).

La tormenta tropical se encuentra a una distancia aproximada de 1.785 kilómetros (1.110 millas) al este-sureste de Barbados, ubicada en el Caribe. Se pronostica que cruzará las Islas de Barlovento entre el domingo por la noche y el lunes, siendo este un momento crucial para las precauciones y preparativos en las áreas afectadas. Los meteorólogos prevén que el sistema se fortalezca mientras avanza por aguas abiertas, aumentando la probabilidad de que se intensifique y se convierta en un huracán en los próximos días.

A pesar de que actualmente no existen avisos de emergencia costera vigentes, el NHC insta a los habitantes de las Antillas Menores a seguir de cerca la trayectoria y evolución de este sistema meteorológico. La vigilancia continua es crucial, ya que las condiciones pueden cambiar rápidamente, y es fundamental estar preparado para cualquier eventualidad que pueda surgir.

Desde el inicio de la temporada de huracanes el 1 de junio, ya se han formado dos tormentas tropicales en la cuenca atlántica: Alberto y Beryl. Este año, las proyecciones meteorológicas apuntan a una actividad ciclónica notablemente por encima del promedio histórico. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, se estima la formación de hasta trece huracanes, de los cuales hasta siete podrían alcanzar la categoría de huracanes mayores.

En términos generales, se espera que la temporada de 2024 sea bastante activa, con la posibilidad de que se desarrollen entre 17 y 25 tormentas con vientos sostenidos superiores a 62 kilómetros por hora. Esta situación subraya la importancia de la preparación temprana y la vigilancia continua por parte de los residentes en áreas propensas a ser afectadas por huracanes y tormentas tropicales.

El monitoreo constante de fuentes de información confiables, como el NHC y la NOAA, así como la adopción de medidas preventivas recomendadas por las autoridades locales, son clave para mitigar los riesgos asociados con los fenómenos meteorológicos severos. La colaboración y la preparación comunitaria son esenciales para garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades vulnerables durante la temporada de huracanes.