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Pez escorpión o faneca

Pez escorpión o fanecaTomasz Sienicki

Pez escorpión: así es el venenoso visitante de las costas del Cantábrico y el Atlántico

También conocido como faneca, cuenta con una espina venenosa dirigida hacia atrás, una primera aleta dorsal con espinas venenosas, y una segunda aleta dorsal simétrica a la anal

Comienza el verano y muchos españoles y extranjeros acudirán en masa a las playas repartidas por los aproximadamente 8.000 kilómetros de costa con los que cuenta España. Aunque estos últimos días de julio el tiempo aún se presenta inestable, todo parece indicar que este verano el calor apretará y, por tanto, se darán las condiciones idóneas para que los ciudadanos puedan disfrutar del sol.

Sin embargo, en ocasiones hay agentes que perturban el descanso vacacional de los bañistas. En las playas del Mediterráneo es habitual encontrar medusas que impiden el baño debido a que el contacto con ellas produce graves urticarias.

En el norte del país, el año pasado estuvo marcado por la presencia de carabelas portuguesas, que no son medusas, sino organismos coloniales cuyos individuos se especializan para mantener viva la colonia. Su picadura es especialmente dolorosa y peligrosa, generando sensación de quemazón, picor e inflamación local, además de un dolor muy agudo que puede provocar un shock e incluso pérdida de la conciencia si la zona afectada es extensa.

Pero a esto hay que añadir otro peligro en el Cantábrico: el pez escorpión (Trachinus draco). También conocido como faneca, se trata de un pez común en aguas frías del mar Mediterráneo, mar Cantábrico y este del océano Atlántico que cuenta con una espina venenosa dirigida hacia atrás, una primera aleta dorsal con espinas venenosas, y una segunda aleta dorsal simétrica a la anal.

Con una talla total media cercana a los 30 centímetros, es alargado y comprimido y suele estar enterrado en la arena en plena línea de baño. Con la pleamar, momento en el que la marea baja, puede quedar parcialmente desenterrado, por lo que al pasear por la orilla podemos pisarlo y clavarnos una de esas espinas venenosas.

Este animal posee un veneno de naturaleza glucoproteica y vasoconstrictora, por lo que en caso de inoculación en el ser humano provoca síntomas de inflamación, vómitos, dolor, fiebre e incluso insuficiencia respiratoria y convulsiones. El dolor, que se propaga rápidamente, alcanza el máximo a la media hora y cede a las dos a 24 horas

Su presencia es cada vez más frecuente, hasta el punto de que el servicio de salvamento en muchas playas resolvió el verano pasado un gran número de incidentes relacionados con la picadura de este pez. Para evitarlo, desde la Fundación iO, especialista en enfermedades infecciosas y medicina del viajero, recomiendan pasear por la orilla con sandalias, chanclas o cangrejeras, ya que al encontrarse semienterrado las picaduras se suelen producir en los pies.

¿Qué hacer si te pica un pez escorpión?

Si sufrimos la picadura de un pez escorpión, desde la Fundación iO recuerdan que debemos seguir tres pasos: en primer lugar, acudir a salvamento marítimo y pedir ayuda a los socorristas. Hay que asegurarse de que en la zona afectada no quede ninguna púa incrustada y, en caso de haberla, será necesario sacarla cuanto antes.

Normalmente, la aplicación de amoníaco en la zona suele aliviar los síntomas y, de no tener, se puede orinar encima de la picadura, ya que los componentes de la orina –concretamente la urea– pueden neutralizar en parte su efecto.

La toxina de su veneno es termolábil y se inactiva con el calor, por lo que otra de las medidas más eficaces es sumergir el miembro o zona afectada en agua caliente –sobre 45 ºC– durante una hora u hora y media. De igual manera, desde la fundación recomiendan acudir siempre al hospital o centro de salud para administrar los medicamentos pertinentes lo más rápidamente posible.

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