María Blasco, directora del CNIO, se lava las manos y acusa al gerente del centro: «Yo no controlo las cuentas»
La investigadora podría ser investigada por presuntos delitos de malversación, estafa y apropiación indebida
El caso de María Blasco, directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), sigue dando de qué hablar. La que era considerada hasta el momento una de las figuras más influyentes en la investigación biomédica, fue denunciada por el sindicato Manos Limpias por el uso inapropiado de donativos particulares, que habrían sido destinados a la compra de obras de arte en lugar de emplearse en la investigación oncológica. Ante esta situación, Blasco ha acudido este lunes a Radio Nacional de España (RNE) para ofrecer su versión de los hechos y responsabilizar a Juan Arroyo Muñoz, gerente del centro
Durante su intervención en el programa Las Mañanas de RNE, la directora del Centro, quien podría ser investigada por presuntos delitos de malversación, estafa y apropiación indebida, declaró que su intención era defender «al CNIO, a la ciencia, y también a mí misma frente a estas acusaciones». Acto seguido, ha afirmado tajante que ella «no controla las cuentas», sino que lo hace «Juan Arroyo Muñoz, el director gerente de CNIO». Por último, ha recalcado que su rol se limita a dirigir las líneas de investigación y actividades relacionadas con la divulgación científica.
Qué pasa en el Centro de Investigación
El malestar en el CNIO se ha intensificado en los últimos meses. En diciembre, más de la mitad de los investigadores principales del centro firmaron una carta dirigida al Gobierno, solicitando el cese de Blasco. Entre las razones expuestas figuran la pérdida de competitividad científica y varios problemas de gestión. Este documento fue remitido a Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, y a Eva Ortega-Paíno, secretaria general de Investigación y exdirectora del Biobanco de CNIO.
Además, el CNIO, que depende del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, enfrenta también un problema estructural debido a la coexistencia de dos liderazgos paralelos –la dirección científica y la gerencia– con el mismo nivel jerárquico. Esta situación ha generado tensiones internas prolongadas, según fuentes consultadas por El Debate, y plantea la necesidad de reformas estructurales para mejorar «la gobernanza de la institución».
Mientras los trabajadores del Centro contra el Cáncer reclamaban más fondos y más reconocimiento, la directora decidió desviar casi dos millones de euros para comprar obras de arte, las cuales, según una investigación de El Debate, fueron amadrinadas en un acto que llevó a cabo Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en 2019. Además, comenzó a cobrar sobresueldos ilegales de 150.000 euros, informó este medio.
A pesar de las novedades de María Blasco, aún no se sabe cuál será su futuro, ya que las autoridades continúan evaluando los pasos a seguir para garantizar la transparencia y el buen funcionamiento de una institución clave para la investigación oncológica en España.