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Calefacción

El balance energético es primordialPixabay

¿Quieres ahorrar este invierno? Esta es la temperatura que deberías tener en casa

No es necesario bajar la temperatura por debajo de los 19°C con el objetivo de ahorrar, ya que pueden tener consecuencias para la salud

Durante años, numerosos especialistas han afirmado que la temperatura ideal para mantener en el hogar es de 19°C. Sin embargo, hace aproximadamente 50 años, la situación en las viviendas era muy diferente, ya que los domicilios no contaban con el aislamiento térmico ni con las mismas necesidades de calefacción que existen en la actualidad.

En este sentido, aunque las viviendas cuentan con mejores prestaciones y un aislamiento más eficiente, muchos ciudadanos han modificado sus expectativas. En concreto, Nick Barber, experto en gestión energética, y Brad Roberson, especialista en sistemas de calefacción, afirman que «los 19°C son una temperatura teórica, pero no siempre garantizan el confort deseado».

Según estos profesionales, lo ideal es buscar un equilibrio entre el bienestar y la eficiencia energética. Por ello, establecen que la temperatura recomendada para los hogares es de 20°C. El balance energético resulta fundamental, ya que cada grado adicional por encima de los 19°C incrementa el consumo energético en aproximadamente un 7 %.

Mantener una temperatura de 20°C sigue siendo una opción razonable en términos de consumo, especialmente porque algunas personas perciben un ambiente frío con 19°C. Al mismo tiempo, resulta esencial implementar una gestión simplificada de la calefacción. El uso de termostatos conectados facilita mantener los 20°C de manera eficiente, ajustando las franjas horarias según las necesidades.

Impactos en la salud

La antigua 'regla de los 19°C' ha quedado atrás, dejando claro que los 20°C ofrecen un equilibrio óptimo entre confort y ahorro energético. Además, no es recomendable reducir la temperatura por debajo de esta cifra, ya que podría tener consecuencias negativas para la salud, especialmente en personas vulnerables.

riesgos

  • Riesgo de enfermedades respiratorias: el aire demasiado frío debilita las vías respiratorias y aparecen infecciones.
  • Impacto en el sistema cardiovascular: el cuerpo trabaja y gasta más energía cuando está frío.
  • Dificultad de conciliar el sueño: una habitación demasiado fría puede perturbar el sueño y aumentar la fatiga.

En definitiva, optar por los 20°C no solo representa un punto medio ideal para maximizar la eficiencia energética, sino que también prioriza el bienestar de las personas, especialmente de aquellas más sensibles a las variaciones térmicas.

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