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Obesidad infantil

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El 24 % de los españoles no considera la obesidad infantil como algo «grave», pero el 60 % lo sufrirán en 2050

Actualmente, más de la mitad de los adultos con sobrepeso u obesidad del mundo se concentran en China, India, Estados Unidos, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Egipto

El 24 por ciento de la población en España, casi 1 de cada 4 personas, no percibe la obesidad como una realidad grave en cuanto a problemas asociados a la infancia, según el estudio Actitudes, percepciones y creencias sobre la obesidad infantil en España, que ha impulsado la Gasol Foundation para conocer la opinión de la población española sobre esta patología.

En el marco del Día Mundial de la Salud, que se celebra este martes, la Gasol Foundation ha publicado los datos del estudio en el que han participado unas 900 personas de 18 a 65 años. Así, la Fundación destaca que, «a pesar de la fuerte asociación entre obesidad y acoso escolar que demuestra la evidencia científica, ambas realidades se perciben de forma muy distinta en España».

Concretamente, el acoso escolar se sitúa en la cabeza de la lista de problemas de la infancia de mayor gravedad. El 87 % de las personas encuestadas considera que este tipo de acoso es bastante o muy grave, mientras que la obesidad infantil ocupa la doceava posición, ya que el 76 % le otorga ese mismo grado de gravedad.

En el análisis impulsado por la Gasol Foundation, se observa un patrón en la escala de gravedad de los problemas asociados a la infancia: los relacionados con la violencia se perciben como más graves, seguidos de los relativos a la salud mental y a la pobreza.

En contraposición, los problemas de salud física o hábitos/capacidades son los que se perciben como menos graves. La obesidad infantil, al ser percibida como una cuestión de salud física, no se sitúa entre las problemáticas más graves. Solo cuando se asocia a sus consecuencias sociales y psicológicas, como el acoso escolar o problemas emocionales (ansiedad, depresión o baja autoestima), la percepción de la obesidad se agrava.

Sin embargo, el estudio constata que la mayor parte de la población piensa en las consecuencias físicas de la obesidad infantil antes que en otras de tipo psicológico o emocional. Concretamente, cuando se pregunta sobre las consecuencias más graves de la obesidad, el 40 % de la muestra piensa, en primer lugar, en consecuencias físicas. No obstante, el 14 % piensa en consecuencias psicológicas/emocionales en primer lugar y el 10 % en consecuencias sociales.

La obesidad tiene varias vertientes

Asimismo, existen dos percepciones opuestas sobre la misma realidad: la que atribuye la obesidad a los malos hábitos (92 % de la muestra) y la que la asocia a una causa genética (8 %). Por una parte, las personas que creen que la obesidad es consecuencia de un estilo de vida no saludable, perciben la obesidad como una cuestión meramente estética y solucionable.

Por otra parte, las personas que creen que es una cuestión genética, la perciben como una enfermedad seria, que parte de un diagnóstico médico, y que es difícil de solucionar.

Creer que la obesidad infantil es resultado de llevar una vida no saludable es la creencia dominante: más de 9 de cada 10 consultados lo considera así, mientras que solo 1 de cada 10 opina que es una enfermedad genética. Para la Fundación, esta creencia también refuerza la percepción generalizada de que la obesidad no es un problema de salud grave, pues «se entiende como una cuestión del estilo de vida individual, fácilmente moldeable».

El 60 % lo sufrirá en 2050

Casi el 60% de todos los adultos y un tercio de todos los niños en el mundo sufrirán sobrepeso u obesidad en 2050, a menos que los gobiernos tomen medidas, según un nuevo y amplio estudio publicado el martes.

La investigación publicada en la revista Lancet utilizó datos de 204 países para pintar un panorama sombrío de lo que describió como uno de los grandes desafíos de salud del siglo.

«La epidemia global sin precedentes de sobrepeso y obesidad es una tragedia profunda y un monumental fracaso social», dijo en un comunicado Emmanuela Gakidou, autora principal del estudio del estadounidense Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME).

Este fracaso llevó a que el número de personas con sobrepeso u obesidad en todo el mundo aumentara de 731 millones en 1990 a 493 millones en 2021, según el estudio.

Sin un cambio de rumbo drástico, los investigadores estimaron que 3.800 millones de personas –o alrededor del 60 % de la población adulta mundial– se verán afectadas por el sobrepeso o la obesidad en 15 años.

Se calcula que alrededor de una cuarta parte de los obesos del mundo tendrán más de 65 años en esa fecha. Los expertos también predijeron un aumento del 121 % de la obesidad entre niños y adolescentes de todo el mundo.

En 2050, un tercio de todos los jóvenes obesos vivirán en dos regiones, África del Norte y Oriente Medio y América Latina y el Caribe, advirtieron los investigadores.

Aún no es demasiado tarde para actuar, dijo Jessica Kerr, del Instituto de Investigación Infantil Murdoch en Australia, coautora del estudio.

«Se necesita un compromiso político mucho más fuerte para transformar las dietas dentro de sistemas alimentarios globales sostenibles y para apoyar estrategias integrales que mejoren la nutrición, la actividad física y los entornos de vida de las personas, ya sea demasiados alimentos procesados o no suficientes parques», dijo.

Según el estudio, actualmente más de la mitad de los adultos con sobrepeso u obesidad del mundo se concentran en solo ocho países: China, India, Estados Unidos, Brasil, Rusia, México, Indonesia y Egipto.

El texto se basa en cifras recogidas por el Estudio del Impacto Global de Enfermedades del IHME, que reúne a miles de investigadores de todo el mundo y está financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates.

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