
Bomberos sofocan un incendio que afecta a un restaurante
El invierno deja 116 muertes en incendios: cómo evitar fuegos en casa
Un informe propone más de 200 páginas de recomendaciones elaboradas por ingenieros, bomberos y técnicos, con el fin de concienciar sobre la prevención de incendios
Entre noviembre y febrero, los meses más fríos del año, España ha registrado 116 muertes debido a incendios y explosiones, la mayoría ocurridos en viviendas (85 fallecidos). La mitad de las víctimas tenía más de 65 años y perdió la vida en incendios nocturnos.
El siniestro más grave de este periodo tuvo lugar el 15 de noviembre en una residencia de mayores en Zaragoza, donde fallecieron diez personas. Sin embargo, diciembre se convirtió en el mes más trágico de la última década, con 38 muertes, 31 de ellas en incendios residenciales.
Estos datos fueron presentados por la Fundación Mapfre en su informe '112 recomendaciones. Apuntes para un libro blanco de la prevención de incendios y sus consecuencias', elaborado en colaboración con la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB). Según Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la fundación, el objetivo del estudio es llamar la atención sobre una emergencia cotidiana y proporcionar 112 consejos, en referencia al número de emergencias en Europa.
Inhalación de humo, la principal causa de muerte
El último balance de incendios elaborado por la Fundación Mapfre corresponde a 2023, año en el que fallecieron 249 personas, la cifra más alta de la década. Los datos provisionales de este invierno reflejan una preocupante tendencia al alza. Del total de víctimas, el 55 % eran mayores de 65 años, el 70 % murió por inhalación de humo y el 55 % perdió la vida durante la noche.Andalucía es la comunidad con más fallecidos, representando el 23 % del total (28 muertes), seguida de la Comunidad Valenciana (15) y Aragón (12).
Monclús atribuye este repunte al creciente número de personas mayores que viven solas, al aumento del consumo eléctrico en los hogares y a la antigüedad de las viviendas, con una media de 45 años. En muchas de ellas se han incorporado numerosos dispositivos eléctricos y decorativos altamente inflamables, sin que las instalaciones hayan sido actualizadas.
«La carga de fuego en los incendios se ha duplicado en los últimos años», advierte Monclús, destacando que antes no contábamos con tantos cargadores de móviles, ordenadores portátiles, patinetes eléctricos, televisores o aires acondicionados. Esta sobrecarga, sumada a instalaciones antiguas, aumenta el riesgo de cortocircuitos e incendios.
El informe propone más de 200 páginas de recomendaciones elaboradas por ingenieros, bomberos y técnicos, con el fin de concienciar sobre la prevención de incendios. Monclús insiste en que la mayoría de estos incendios mortales son evitables, ya que se conoce su origen.
Detectores de humo: clave para salvar vidas
El estudio ofrece soluciones concretas para reducir el número de víctimas en hogares, hospitales y residencias. Entre ellas, destaca la necesidad de una estrategia nacional que reconozca la seguridad contra incendios como un derecho universal básico.
Los expertos subrayan la importancia de instalar detectores de humo en las viviendas, que pueden reducir la mortalidad hasta en un 55 %, así como el uso de rociadores en edificios altos, que disminuyen el número de víctimas y daños en un 87 %. También recomiendan fomentar el uso de extintores, los dispositivos más comunes en España, pero que pocas personas saben utilizar correctamente.
Además, el informe destaca la responsabilidad de las comunidades de vecinos en la prevención de incendios, instándolas a conocer las características de sus edificios y a garantizar que las inspecciones técnicas de edificios (ITE) y los informes de evaluación de edificios (IEE) incluyan revisiones periódicas en materia de protección contra incendios.