
Una de las instalaciones de Planned Parenthood en Estados Unidos
El gigante del aborto de EE.UU. mata a una joven de 18 años tras una intervención fallida
La clínica obligó a la ambulancia a no usar sirenas, una técnica bastante habitual en estos casos para que nadie sepa que ha pasado algo grave
Además de atentar contra uno de los derechos más importantes, el aborto también puede ser perjudicial para la vida de la madre. En múltiples ocasiones, mujeres que se han sometido a este controvertido procedimiento han perdido la vida o han estado ingresadas durante una larga temporada. Aunque muchas historias de este tipo no trascienden, sí lo ha hecho la de Alexis Argüello, una joven de 18 años que murió por culpa del gigante del aborto de Estados Unidos.
El encargado de destapar el suceso fue Operation Rescue, una organización estadounidense contra el aborto. Según sus investigaciones, Lexi, como la llamaban los más cercanos, falleció el pasado 6 de febrero porque la clínica abortiva Planned Parenthood atrasó su traslado al hospital tras extraerle al bebé que estaba gestando.
Así, según informó Sarah Neely, directora de operaciones de Operation Rescue, y recogió Action For Life, todo el equipo de la organización ha estado varias semanas recopilando información sobre esta muerte y reconstruyendo «lentamente lo que realmente ocurrió». Los hechos se esclarecieron un mes después de la muerte, cuando una fuente durante una audiencia del Comité de Salud y Servicios Humanos de Colorado —de donde era la joven— confirmó todo lo que habían estado buscando.
Según la línea temporal de hechos, el 6 de febrero por la mañana, Lexi, que estaba ya en el segundo trimestre de embarazo, acudió a la clínica proabortista de Planned Parenthood en Fort Collins para realizarse un aborto.Según los primeros informes, la coloradeña estaba de 20 semanas de embarazo —cinco meses—. Sin embargo, cuando le tocó hablar a la doctora Keri Kasun en la audiencia del HHS, esta confirmó, según miembros de la familia, que en realidad estaba de 22 semanas. Es decir, terminando el quinto mes. En esta etapa de gestación, el feto comienza parecerse más a una persona y desarrolla un determinado patrón de actividad y sueño. También empieza a formarse el sistema límbico, aquel que controla las emociones.
Cuanto más avanzado está el embarazo, mayor riesgo corre una mujer si se complica este controvertido proceso quirúrgico. Esto es lo que le pasó a Lexi, en un intento de acabar con la vida de su bebé para que su familia no se enterase de que estaba creando vida. El abuelo de la fallecida, que habló con la doctora Kasun, le explicó los grandes esfuerzos de los doctores por«salvarle la vida». A pesar de ello, no hubo éxito, ya que sufrió una embolia de líquido amniótico, un suceso raro que hace que parte del líquido amniótico, que contiene células o tejido del feto, penetre en el torrente sanguíneo de la mujer y provoque una grave reacción que dañe los pulmones y el corazón.
Esto podría haberse evitado, pero la clínica abortiva de Planned Parenthood no estaba preparada para tratar casos graves. Este centro no solo carecía de la capacidad para manejar esta complicación potencialmente mortal, sino que, según el testimonio de la doctora Kasun a Action For Life, «empeoraron la situación de Lexi», protegiendo «su clínica en lugar de salvar la vida de esta joven», puesto que fue trasladada a urgencias «demasiado tarde». No recibió la atención urgente que necesitaba. Además, la clínica obligó a la ambulancia a no usar sirenas, una técnica bastante habitual en estos casos.